Las pérdidas de agua en las redes de abastecimiento representan uno de los mayores problemas que debe enfrentar una empresa de suministro. Para encarar a este problema se deben emprender acciones que involucran la inversión de recursos. Para invertir de una forma más eficiente los recursos con los que cuenta la organización, debe realizarse una correcta evaluación de las alternativas de acción disponibles. El carácter dinámico de una empresa de abastecimiento de agua obliga a que los gestores deban tomar decisiones basándose en la información disponible, pero también muchas veces en la experiencia que han adquirido a lo largo de su vida. A esta situación se debe sumar el hecho de que para lograr una gestión adecuada de las fugas, los gestores deben considerar no solamente criterios técnicos, sino que adicionalmente deben ser consientes de criterios sociales y ambientales. Es decir, en ocasiones deben tratar con criterios tangibles e intangibles. Además, aún cuando algunos de estos criterios pueden ser fácilmente traducidos a unidades monetarias, existen algunos otros cuya conversión es más difícil o directamente imposible o inadecuada. Así pues, para poder tomar una decisión respecto a la política que debe seguir una empresa de suministro de agua, debe, en primer lugar, conocer el estado actual en el que se encuentra, considerando en ese conocimiento, las externalidades en las que incurre la ejecución de sus labores actuales. Posteriormente, es necesario que se realice una evaluación de proyectos de forma que pueda definirse un proyecto económicamente rentable para la compañía. A partir de este momento, el gestor de la empresa o bien su equipo de trabajo, deben analizar la problemática a la que se desea dar solución y evaluar las alternativas de solución. Se parte de la hipótesis de que la empresa reconoce la posición en la que se encuentra y que ha llevado a cabo un estudio mediante el cual ha definido un proyecto económicamente rentable. Sin embargo, dado que en la mayoría de las evaluaciones se concentran los esfuerzos en el análisis técnico y económico, regularmente se omiten los criterios relacionados con los beneficios y costes externos en que incurre la compañía y que en ocasiones consisten en factores intangibles o de difícil valoración. El desarrollo de proyectos es un proceso complejo, en el que se invierte tiempo y esfuerzos, y la conversión de todos los elementos a considerar en unidades comparables es sumamente complicada; a mayor detalle de valoración, mayor el esfuerzo necesario y el coste del planteamiento del proyecto. Sin embargo, para tomar la decisión más adecuada y que sea más cercana a la realidad de la empresa de suministro, la red de abastecimiento, los usuarios y el entorno, es preciso considerar la mayor cantidad de elementos que integran la problemática de las fugas y su gestión. Vale la pena tomar en cuenta y aprovechar los conocimientos y la experiencia de los gestores de los abastecimientos y las personas que laboran en las empresas de suministro para suplir la carencia de información precisa o de valoración económica de algunos de los factores que integran un problema en la gestión de las redes de abastecimiento. En primer lugar, porque son ellos los que se encargan de tomar decisiones, en segundo lugar porque son los que conocen la realidad del organismo y su infraestructura, y en tercer lugar, porque aprovechar su experiencia no representa un coste extra en la toma de decisiones. Para llevar a cabo este proceso se ha desarrollado el presente trabajo, que consta de siete capítulos; a continuación se menciona brevemente el contenido y alcance de cada uno de ellos. En el capítulo 1 se analizan los aspectos relacionados con las fugas de agua en la redes de distribución de agua. Se trata de forma especial las diferentes metodologías de estimación de caudales fugados, así como el concepto de nivel económico de fugas, que habla precisamente del equilibrio que toda empresa desea alcanzar entre los recursos invertidos para minimizar las pérdidas de agua y el valor del agua que se recupera con la inversión de dichos recursos. El capítulo 2 se compone de una descripción de las alternativas en que se divide la gestión de fugas, el planteamiento de estrategias de gestión y las posibilidades de establecimiento de objetivos de minimización de pérdidas de agua. En virtud del impacto que genera la labor de las empresas de distribución de agua potable en los usuarios y el entorno, en el capítulo 3 se realiza una descripción de las externalidades (costes y beneficios) en que se incurre por la existencia de fugas y su gestión. Con la finalidad de incluirlas en la evaluación de proyectos y en la toma de decisiones, se repasa la descripción de las opciones disponibles, se analizan las metodologías más adecuadas y finalmente se opta por la utilización de la metodología AHP. En el capítulo 4 se describe la metodología AHP, se mencionan algunas aplicaciones que aparecen en la literatura, se analiza la formación de matrices de comparación por pares de elementos, se describen las características de las matrices, se establecen las propiedades de las matrices consistentes, se plantea la necesidad de mejora de consistencia de matrices para validar el proceso de toma de decisiones, y por este motivo se desarrollan cuatro alternativas de mejora de consistencia que solucionan el problema más frecuente de la metodología AHP. El capítulo 5 explica el proceso general de toma de decisiones, y se analizan los modelos de toma de decisiones. A continuación, se describe la aplicación informática que se ha desarrollado con la finalidad de automatizar el proceso de toma de decisiones respecto a la política de gestión de fugas, en la cual se han incluido los criterios sociales, ambientales y emisiones de CO2. En el capítulo 6 se presentan 12 aplicaciones realizadas para validar la metodología y las alternativas de mejora de consistencia. Estas aplicaciones han servido para realizar un acercamiento y llevar a cabo reuniones con expertos en redes de distribución, gestión de fugas y proyectos de agua potable. A raíz de estas, se ha podido conocer de primera mano la situación de algunos abastecimientos, así como aprovechar el conocimiento y experiencia de gente conocedora del área, además ha sido posible comprobar la escasa consideración de las externalidades en la valoración de fugas y en alternativas de gestión, no por falta de interés, sino por la complejidad de hacerlo. Se les ha presentado la metodología AHP y los resultados obtenidos han sido satisfactorios, en virtud de que con esta metodología se les brinda la posibilidad de incluir en la toma de decisiones no solamente los criterios relativos a las externalidades de las fugas y su gestión, sino todos aquellos que se definan durante el planteamiento del problema. Finalmente, en el capítulo 7 se presentan los resultados obtenidos, así como las conclusiones a las que se ha llegado después de realizar el presente trabajo. Adicionalmente se plantean las futuras opciones de investigación que se pretende desarrollar en posteriores trabajos.