RESUMEN En este trabajo se estudiaron los procesos de abscisión y de crecimiento del fruto del naranjo dulce Citrus sinensis (L.) Osbeck. de la variedad Salustiana, en árboles de 20 años de edad, con un alto nivel de floración. También se investigó la influencia de la aplicación en antesis de 2,4-D sobre estos procesos. El estudio se llevo a cabo durante dos años consecutivos. Se determinó la abscisión en todo el árbol, al igual que en inflorescencias con hojas, caracterizando las variables de crecimiento del fruto (diámetro, peso fresco y peso seco) y la evolución del contenido en azúcares y de la actividad invertásica. Para la determinación de la actividad invertásica se siguió el método de Somogy-Nelson, y la cuantificación de azúcares se hizo con cromatografía líquida de alta resolución (HPLC). La mayor parte de las flores inicialmente formadas caen en distintos estados de desarrollo. La abscisión se extiende hasta mitad de junio (día 74 tras antesis) y en términos absolutos y relativos, presenta dos máximos de caída bien definidos. La pauta de abscisión en inflorescencias con hojas esta determinada inicialmente por una reducción en el número de frutos por inflorescencia, seguido por una reducción en el número de inflorescencias con fruto. El cuajado de fruto es mayor en inflorescencias multiflorales que en uniflorales. El aumento en las variables de crecimiento del fruto (diámetro, peso fresco y peso seco) es lento hasta el día 33, en que la corteza presenta una mayor contribución al aumento en sección transversal del fruto. A partir de este momento en que aumenta la velocidad de crecimiento del fruto, la corteza presenta un crecimiento progresivo entre el día 35 y 68, estabilizándose al final, y los lóculos presentan un crecimiento lento hasta el día 45, incrementando en adelante su contribución a la sección transversal del fruto (día 65 a 98). Inicialmente la mayor proporción de azúcares se concentra en la corteza y a partir del día 76 en que se ha iniciado la expansión de los lóculos, se presentan en mayor proporción en las vesículas. En antesis la actividad de las invertasas ácidas es mayor, reduciéndose con el avance del estado de desarrollo del fruto. Con el inicio de la expansión celular de las vesículas y en efecto, la acumulación de azúcares, se presenta la máxima actividad de las invertasas alcalinas. La respuesta al 2,4-D además de depender del nivel de concentración de auxina, también esta determinada por la cantidad de solución aplicada. En el año 2003 en que el 2,4-D se asperjó en una concentración de 15 ppm, en cantidades de 7,7 litros por árbol, hay un incremento en la cosecha debido a un mayor cuajado de fruto sin alterar su peso medio. En el año 2004 en que la concentración aplicada fue de 20 ppm., en cantidades de 3,6 litros por árbol, el 2,4-D aceleró el crecimiento del fruto y provocó un aumento en su peso medio, reduciendo el número de frutos sin alterar la cosecha. En este año de experimento, el 2,4-D provoco un retraso inicial de la abscisión hasta el día 42, incrementándola a partir de este momento. En el año 2004, las diferencias en diámetro entre frutos testigos y tratados con 2,4-D de inflorescencias uniflorales y multiflorales se establecen desde los estados iniciales de desarrollo y aumentan linealmente con el tiempo. En todas las variables evaluadas la tasa de aumento diaria alcanza un máximo el día 53, en que se ha dado inicio al crecimiento en expansión de las vesículas. La aplicación de 2,4-D incrementa los niveles de azúcares del fruto e influye sobre la actividad de las isoformas de invertasas. El aumento en la actividad de la isoforma ácida de las invertasas sugiere un efecto directo del 2,4-D sobre el incremento en la capacidad sumidero del fruto, que además se relaciona con el mayor consumo de azúcares durante su desarrollo inicial. El aumento en el contenido en sacarosa y azúcares reductores de las vesículas que se presenta por la aplicación de 2,4-D, coincide con el inicio de la vacuolización de las células de las vesículas. Se verifica la participación de las invertasas alcalinas y una actividad residual de las invertasas ácidas en los procesos de acumulación de azúcares en las vesículas. En el año 2002 se evaluó el comportamiento in vitro de los tejidos del fruto con la adición de AIA al medio, siguiendo métodos experimentales descritos previamente (Guardiola et al., 1993). La respuesta del patrón de crecimiento in vitro del fruto, además de estar determinada por el tratamiento hormonal, también lo está por el estado de desarrollo del fruto del cual se obtiene el inóculo y por el tamaño del inóculo utilizado. Se comprueba una pérdida en la capacidad de respuesta de los tejidos del fruto al AIA, con el avance en su estado de desarrollo. .