Resumen Actualmente, el mundo se enfrenta a dos crisis desde el punto de vista ambiental: la escasez de combustibles fósiles y la degradación ambiental. Según las proyecciones para el año 2020 el uso de vehículos se triplicará y así aumentara la demanda de combustible fósil y por ende, las emisiones de contaminantes. En comparación con el motor de gasolina, el motor Diesel presenta la ventaja de ser un motor más eficiente y por consiguiente, emite menos CO2. No obstante, producen elevados niveles de NOx y partículas. Para encarar estas dificultades, se han propuesto diferentes acciones. Una solución, la constituyen los avanzados conceptos de combustión Diesel. Estos conceptos, permiten reducir los niveles de NOx y partículas. Sin embargo, tienen el inconveniente de producir elevados niveles de ruido de combustión, por el empleo de inyecciones tempranas, las cuales hacen que una mayor cantidad de combustible se queme en condiciones premezcladas. Por otro lado, los combustibles alternativos han ganado gran importancia en los últimos años. Los biodiesel no sólo sobresalen por su facilidad de producción, utilización y almacenamiento, sino también por su potencial para reducir los niveles de partículas, CO, HC y CO2. Sin embargo, las emisiones de NOx aumentan en la mayoría de las condiciones de operación. Los combustibles sintéticos, también disminuyen notablemente las emisiones contaminantes, y debido a su mayor poder calorífico, reducen el consumo específico de combustible. Desde el punto de vista acústico, el ruido de combustión de los motores Diesel es uno de los aspectos más negativos, ya que constituye la principal fuente de ruido en los vehículos que emplean este tipo de motores. En los convencionales y especialmente en los nuevos conceptos de combustión Diesel, el quemado del combustible en condiciones premezcladas, provoca un aumento brusco de la presión, deteriorando de esta forma la calidad del ruido de combustión. Por tales motivos, el objetivo de esta tesis se centra en el estudio del ruido de combustión del concepto PCCI (Premixed Charge Compression Ignition), y del uso de algunos combustibles alternativos (de origen vegetal y sintético). Con este fin, se ha planteado la realización de estudios paramétricos experimentales, los cuales permiten la caracterización del ruido de combustión y el establecimiento de relaciones causa-efecto entre las características del proceso de combustión, y la calidad sonora y el nivel global del ruido. Entre otros conceptos, en los que se requieren cambios importantes en la configuración de la cámara de combustión o sistema de inyección, para este estudio, se eligió la estrategia de combustión PCCI por su fácil implementación. Los resultados han mostrado claramente que el ruido de combustión se deteriora notablemente en el concepto PCCI. Entre las acciones que existen para mejorar el ruido de combustión en estrategias de combustión convencional se encuentra el uso la inyección piloto. En las estrategias PCCI con inyección partida, cuando el ángulo dwell es superior a los 20º y porcentajes entre el 20 y el 30% del total de la masa de combustible es inyectado durante la inyección piloto, es posible sobrepasar la nota de la combustión convencional y en ocasiones el nivel de aceptación de la calidad sonora. Por otro lado, el uso de combustibles con un menor número de cetano, como son las mezclas de Gasolina/Diesel, permiten tener mayores tiempos de retraso, y así promover más fácilmente combustiones premezcladas, sin la necesidad de emplear altas tasas de EGR. Mezclas con 50% de gasolina, permiten mejorar hasta en 1.5 la nota de la calidad sonora, en comparación con el combustible Diesel estándar. En cuanto al uso de los combustibles alternativos, en varios puntos de operación convencional, al comparar los resultados con los del combustible Diesel estándar se observó una escasa variación de la calidad sonora y del nivel global del ruido de combustión. Para mejorar el ruido de combustión de diferentes mezclas de biodiesel, se modificó la tasa de EGR. Los resultados mostraron que con tasas de EGR de 35%, es posible una mejora de la calidad del ruido hasta niveles aceptables, empleando mezclas de biodiesel a base de colza en concentración volumétrica de 50% y 80%. Para mezclas con menores porcentajes de biodiesel, se deben utilizar tasas de EGR mayores al 40%, lo cual provoca un incremento de las partículas y del consumo específico de combustible en más del 27%. Como resultado, se espera que este trabajo sirva de guía a futuras investigaciones en la definición del proceso de combustión PCCI y del uso de combustibles de origen vegetal y sintético, que se puedan integrar en el proceso global de desarrollo de estos motores, destacando al ruido de combustión como una dimensión importante a considerar, junto con el rendimiento y las emisiones contaminantes.