El sector vitivinícola se encuentra profundamente arraigado desde antaño en la Comunidad Valenciana, y aunque su importancia económica no sea muy relevante (constituye el 5,2 % de las ventas totales de la industria agroalimentaria regional), tiene una significativa importancia social (el cooperativismo representa cerca del 70 % en los procesos iniciales de comercialización), territorial y ambiental (abarca amplias zonas desfavorecidas y de montaña con escasas alternativas en otros cultivos). Por otro lado, el desequilibrio entre la oferta y la demanda de vino está provocando una fuerte reducción de precios en origen que está recayendo fundamentalmente en el subsector productor de uva, el cual en muchos casos está obteniendo unos ingresos inferiores a los costes de producción. En este contexto, los objetivos principales de la presente Tesis Doctoral son: por un lado, determinar la posición competitiva del subsector vinícola regional; por otro, determinar los factores determinantes de la calidad de los vinos, en su estrecha relación con el valor comercial y la diferenciación de los mismos, con la finalidad última de identificar aquellos aspectos que en mayor medida puedan contribuir a mejorar la competitividad del mismo, y en particular la asociada a factores de orden superior, vía precios y calidad. La posición competitiva de la industria vinícola regional se ha resumido: a) en términos de factores endógenos y exógenos que influyen sobre ella, utilizando el conocido modelo dafo; b) según los determinantes de que consta el modelo del diamante de Porter. La intensidad o rivalidad competitiva entre la empresas que configuran el subsector ha sido definida utilizando el modelo de las cinco fuerzas de Porter. Se concluye por ambos modelos a) y b), que la situación competitiva del subsector es débil, en el sentido de que la mayoría de las empresas son incapaces de incorporar valor añadido a sus producciones comercializadas a granel. Por otro lado, la elevada competencia observada dentro del propio sector vitivinícola debería haberse erigido en el estímulo principal para constituir una situación competitiva fuerte. La explicación por la cual no ha ocurrido así la ha aportado el modelo del diamante, ya que la contribución conjunta de las seis aristas del diamante al logro de la competitividad es baja, ninguna arista de diamante se encuentra bien desarrollada, lo que equivale a afirmar que no existe un verdadero diamante. La identificación y cuantificación de los factores que determinan la competitividad vía diferenciación de precios se ha efectuado desde las proposiciones conceptuales de la Teoría de Recursos y Capacidades y mediante el análisis multivariante de los datos (análisis de componentes principales, análisis de regresión lineal multivariante y análisis discriminante). Como consecuencia de los trabajos anteriores se ha puesto de manifiesto que los tres factores que más contribuyen a la diferenciación de precios son por orden de importancia la variedad de la uva, el método de vinificación y esfuerzo tecnológico o inversor, que en conjunto tienen una capacidad explicativa de la variabilidad de los precios que supera el 60 %. Por último y con objeto de valorar la importancia relativa de cada una de estas dimensiones obtenidas empíricamente, se ha definido un cuestionario dirigido a los directores o responsables de la gestión de las bodegas, para comprobar el grado de desviación existente entre dichas dimensiones y la opinión subjetiva de los dirigentes. Los resultados han sido satisfactorios en el sentido de que existe un elevado grado de acuerdo entre los factores que más contribuyen así como en los que menos importancia ejercen sobre la diferenciación de precios, por lo que la sensibilización de los dirigentes de las bodegas es una dimensión clave en el proceso real de diferenciación por calidad de los vinos regionales que están llevando a cabo muchas bodegas.