Hemos tomado el material como vículo entre los edificios. Sin un planteamiento desde la arquitectura, la historia, la solciología, el urbanismo o incluso la propia construcción, pero sin serle del todo ajenas, la tesis pretende sistematizar una información que actualmente no existe, que ponga al ladrillo cara vista en su sitio, aportando datos suficientes para que éste sea reconocido como de suso generalizado, elemento de gran riquieza expresiva, exponente máximo del racionalismo constructivo, material durable de una nobleza incuestionable, capaz de aportar su color, forma, textura y movimiento al servicio de cualquier estilo, moda, economía, época o emplazamiento. Partir de la inexistencia de estudios previos, disciplina o investigación sobre el particular, hace que la tesis sea empírica y no histórica.