RESUMEN El virus del mosaico del pepino dulce (Pepino mosaic virus, PepMV) es uno de los principales virus que afectan al cultivo del tomate en la actualidad. En escasos 10 años desde su aparición en Holanda se ha extendido rápidamente y de forma simultánea por las diferentes zonas productoras del mundo, donde a menudo provoca importantes pérdidas económicas. La gran variabilidad sintomatológica unida a una gran diversidad molecular, dificultan su diagnóstico, mientras que la eficaz transmisión mecánica del PepMV entre plantas debida al empleo de herramientas contaminadas, manos, ropa y por el contacto directo entre plantas dificulta su control y erradicación de las zonas afectadas. El contacto entre plantas sanas e infectadas que se produce normalmente durante las labores rutinarias de cultivo constituye la principal causa de transmisión dentro de la parcela. Sin embargo, el mecanismo de diseminación a larga distancia del virus podría ser debido al uso de semillas contaminadas o al comercio de frutos infectados. Debido al elevado riesgo que supondría la posibilidad de transmisión del virus mediante semilla de tomate, nos planteamos en primer lugar la constatación de esta posibilidad. Se procedió al cálculo de la tasa de transmisión por semilla del PepMV en plántulas crecidas a partir de las semillas de frutos sintomáticos recolectados de plantas infectadas naturalmente con el virus. Se estimó, mediante el análisis serológico por técnica ELISA de muestras agrupadas de semillas, que la proporción de semillas infectadas con el PepMV era como mínimo del 25% de las semillas analizadas. Las semillas extraídas de frutos sintomáticos se sembraron y las plántulas emergidas se analizaron por ELISA en tamaño de cotiledón y 4 hojas. Tres de las 168 plántulas crecidas de las semillas infectadas resultaron ser positivas a PepMV, lo que se corresponde con una tasa de transmisión de semilla a plántula del 1,84%. Además se evaluó la eficacia desinfectante de varios tratamientos de semillas de tomate, como método preventivo frente a la transmisión. El virus fue erradicado de las semillas mediante su inmersión en una solución de fosfato trisódico al 10% durante 3 h. Sin embargo tratamientos térmicos de 24 h a 80ºC y 48 h a 74ºC aunque eliminaron el PepMV en las plántulas, no lo erradicaron en las semillas enteras tratadas. Los tres tratamientos no afectan negativamente a la germinación. Estos resultados sugieren que el fosfato trisódico puede ser utilizado para eliminar el virus de la semilla de tomate sin perjudicar la germinación. Por otro lado, en los países afectados por esta virosis se desconocía la composición genética de las poblaciones del virus, por lo que se procedió a analizar la estructura genética de la población de PepMV, que había provocado las epidemias severas en tomate desde el año 2000 en España. Los aislados fueron caracterizados por la secuencia nucleotídica completa del triple gene block (TGB) y de la proteína de la cápside (CP). Además, de un grupo de aislados también se caracterizó una parte de la RNA polimerasa RNA dependiente (RdRp) y se determinó la secuencia completa del RNA genómico de un aislado de PepMV obtenido de Solanum muricatum de Perú. A pesar de la gran diversidad sintomatológica, la población española de PepMV estaba formada principalmente por aislados muy similares pertenecientes a la cepa descrita en Europa (cepa Europea tomate), que resultó ser el genotipo prevalente en España. La población española de PepMV no se encontraba estructurada ni espacial ni temporalmente. Además, también se detectaron aislados muy similares a los aislados peruanos obtenidos en hospedantes distintos al tomate (cepa peruana) o al aislado US2 procedente de Estados Unidos (cepa US2). Estas dos cepas se detectaron en la zona peninsular solo en 2004, pero la peruana ya había sido detectada en las Islas Canarias en el año 2000. Estos resultados sugieren que el PepMV se ha introducido en España en varias ocasiones. Los aislados de la cepa peruana y US2 siempre se han detectado en infecciones mixtas con la cepa europea de tomate, y también se detectaron aislados recombinantes. Estos resultados deben ser considerados en la elaboración de estrategias de control basadas en resistencia genética. Simultáneamente con la detección de los primeros brotes de PepMV en España, apareció un nuevo desorden en tomate. Las plantas afectadas sufrían un marchitamiento repentino tras producirse un brusco cambio en las condiciones de temperatura e iluminación ambientales que en ocasiones de gran severidad provocaba el colapso total de la planta. Entre 2000 y 2005 se llevaron a cabo amplios muestreos en las principales zonas productoras españolas para obtener información sobre la incidencia y los agentes causantes del “Colapso”. Los análisis a las muestras marchitas revelaron que el desorden estaba causado por la infección conjunta de PepMV y Olpidium virulentus. El PepMV se detectó en el 85% de las plantas analizadas y el O. virulentus en el 88% de las raicillas secundarias examinadas. Ambos patógenos se detectaron en el 86% de las plantas en las que tanto raíces como hojas pudieron ser analizadas. Otros patógenos fueron detectados en muy pocas ocasiones en las plantas colapsadas. Para verificar las implicaciones que tienen ambos patógenos en el colapso del tomate, se realizaron dos ensayos de invernadero en los que se consiguió reproducir el desorden mediante la inoculación simultánea de las plantas sanas con cuatro aislados de PepMV y dos de O. virulentus, al producirse un cambio brusco en las condiciones ambientales del invernadero. La incidencia del colapso varió desde el 6,25% en el cultivo de verano al 56,25% obtenido durante el cultivo invernal. No se detectaron cambios significativos entre las secuencias génicas de los aislados de PepMV obtenidos de plantas con los síntomas típicos del virus y los caracterizados en plantas con marchitamiento. Los aislados de colapso no se agruparon en un único taxón genético. Los resultados obtenidos indican que el colapso esta bien establecido en las zonas productoras de tomate y que tanto PepMV como O. virulentus suponen un riesgo muy serio para la producción de tomate. En los últimos años se ha venido observando en los invernaderos dedicados al cultivo de tomate, la aparición de una sintomatología muy severa que llamó nuestra atención. El nuevo desorden está caracterizado por la aparición de áreas necróticas que se expanden en tallos, hojas y frutos verdes o por manchas necróticas en hojas de plantas con una clorosis generalizada. Así pues, para finalizar esta tesis se planteó identificar y caracterizar al agente causal de estos síntomas, logrando identificar en las plantas afectadas, dos cepas de PepMV. Estas cepas han sido caracterizadas en base a la distinta sintomatología que producen en tomate y al rango de hospedantes. La caracterización biológica fue confirmada mediante análisis filogenéticos basados en dos regiones completas del genoma, el TGB y la CP, y una parte del gen de la RdRp. Los resultados de este estudio revelan que los aislados necróticos españoles muestran una elevada identidad de secuencia nucleotídica con los aislados de las cepas europea y CH2.