RESUMEN Los estudios acerca de la ecología trófica de los peces, en los cuales se relacionan la biología y fisiología de las especies con su hábitat, régimen alimentario, tipo de dieta y relaciones bióticas, aportan información básica y necesaria para comprender el papel ecológico que desempeñan estos organismos dentro del ecosistema que habitan, y por lo tanto para establecer protocolos de gestión de sus poblaciones. Esta tesis aporta un mayor conocimiento de la biología, fenología y hábitos alimenticios de cinco especies de peces bentónicos de interés comercial en el litoral valenciano y sobre los cuales no existe apenas información. Estas especies son el salmonete de roca (Mullus surmuletus), el lenguado tigre (Synaptura lusitanica), la escorpa (Scorpaena scrofa), la rata (Uranoscopus scaber) y el torpedo común o vaca (Torpedo torpedo). Así mismo, se relaciona la importancia que tienen los aspectos de tipo ecológico y fisiológico de los peces con la incorporación de sustancias contaminantes como metales pesados, así como sus patrones de acumulación en diferentes órganos y tejidos. El estudio se llevó a cabo en la bahía de Cullera (España), y las muestras de peces utilizadas provienen de la pesca artesanal, desembarcada en el puerto pesquero de esta ciudad. Se realizaron 30 muestreos entre los meses de julio de 2004 y enero de 2006 a fin de cubrir todos los periodos estacionales. En total se obtuvieron 1102 peces de diferentes tallas, de las cinco especies seleccionadas. Los datos biométricos y morfológicos de cada especie, nos han permitido caracterizar la muestra obtenida, seguir su evolución a través del tiempo y establecer algunas relaciones biométricas que nos han ayudado a explicar aspectos del crecimiento y biología alimenticia y reproductiva de cada especie. Los resultados indican que estas especies son pescadas en toda la bahía, de forma artesanal y con trasmallo, a profundidades que oscilan entre los 6m y los 20m y a lo largo de todo el año. Su distribución y abundancia se ve condicionada principalmente por factores como la estacionalidad y algunas especies como S. scrofa y T. torpedo presentan una segregación por sexos en su patrón de distribución. Con respecto a las tallas, observamos que en la mayoría de las especies, el 50% de los individuos han alcanzado la madurez sexual antes de tener un tamaño de 25 cm. Por encima de esta talla se considera que la mayoría de los individuos son adultos que ya se han reproducido al menos una vez, y por debajo de los 15 cm aún son juveniles. La mayoría de las especies tienen su período de maduración sexual y desove en los meses de primavera y comienzo del verano. Estas épocas coinciden con períodos de reclutamiento de juveniles, siendo además favorables en cuanto a la acumulación de reservas energéticas corporales. Para el estudio de los hábitos alimenticios y de dinámica trófica, se examinaron los estómagos de los peces de las especies seleccionadas. La dinámica alimentaria fue analizada bajo los conceptos de índice de vacuidad, peso del contenido estomacal, índice de llenado o repleción y peso y número promedio de las presas por estómago. La composición trófica de la dieta se estudió mediante los índices de composición numérica y gravimétrica, frecuencia de ocurrencia de las presas y métodos combinados de análisis, además de hacer una evaluación de la estrategia alimentaria de cada especie. Así mismo, se analizaron algunos caracteres morfológicos de las especies, relacionados con la alimentación, como son la longitud del tubo digestivo y el área bucal. Finalmente, también se estudiaron las relaciones tróficas inter e intra específicas desde el punto de vista de la amplitud del nicho, diversidad alimentaria y el solapamiento en la dieta, para determinar el nivel trófico en el que se encontraba cada especie. A partir del análisis de la dieta hemos comprobado que los peces tienen una alimentación más diversa y abundante en épocas favorables debido a la mayor oferta trófica. Las hembras han mostrado también una mayor tasa de alimentación que los machos, seguramente por sus mayores requerimientos fisiológicos para la reproducción y además porque representan las tallas grandes, y tienen estómago y boca y con mayor capacidad, lo que se traduce en contenidos estomacales de mayor peso. Las preferencias dietarias que hemos encontrado en las especies estudiadas fueron variadas, de tal manera que M. surmuletus se alimenta de presas pequeñas pero abundantes, predominando los crustáceos (decápodos brachyura y anfípodos) y en menor proporción poliquetos, enmarcándose dentro de una estrategia alimentaria generalista. Por su parte S. lusitanica se alimenta casi exclusivamente de poliquetos, con lo cual su estrategia es claramente especialista. De las tres especies restantes que basaron su alimentación en peces, S. scrofa y T. torpedo presentaron estrategias especialistas y U. scaber generalista. S. scrofa se alimenta en cantidades abundantes de presas de talla media, predominando peces, crustáceos y moluscos. T. torpedo se alimenta de presas de gran tamaño, y su dieta está compuesta principalmente por peces, poliquetos y moluscos. Por último, U. scaber consume presas de gran tamaño como peces, crustáceos, moluscos y poliquetos, con un número bajo por estómago. De las cinco especies del estudio, dos especies tienen niveles tróficos que corresponden a omnívoros con preferencia por animales (M. surmuletus y S. lusitanica), y tres especies a carnívoros, con los niveles tróficos más altos, siendo consumidoras importantes de peces (S. scrofa, U. scaber y T. torpedo). Finalmente, en algunos ejemplares de los muestreos de julio de 2004 y marzo de 2005 se llevó a cabo un análisis del contenido de metales pesados (Cd, Pb, Zn y Cu). También se realizaron análisis de sedimentos de la bahía. Se observa una pauta general por la que las menores concentraciones de metales en peces se encuentran en el músculo, y las más elevadas en el hígado. Entre las diferentes especies, no encontramos una pauta de acumulación definida para ningún metal, con relación al hábitat o posición trófica, ni con respecto a la edad o tamaño del pez. A partir de los factores de bioacumulación no podemos decir que una especie acumule más metales que el resto. Hay que destacar que el plomo es el metal que menos se bioacumula y que los demás lo hacen en proporciones similares entre sí. Podemos afirmar que aun cuando la alimentación es una de las rutas principales de incorporación de metales en los peces, no encontramos evidencias de biomagnificación en ninguna de las especies del estudio, en ninguno de sus órganos o tejidos.