La necesidad de introducir las teorías basadas en el conocimiento para explicar las Relaciones Académico-Empresariales (RA-E) y el impacto que ha generado el conocimiento académico en su zona de influencia, llamese empresas, parte básicamente de los señalamientos que hacia Acs, et al., (1991: 363) con respecto a la incapacidad de los estudios económicos para reconocer qué modos y mecanismos de transmisión de conocimientos se dan lugar entre la investigación académica y las empresas debido a las variables que estos utilizan. Al respecto Breschi & Lissoni (2001) señalan que el conjunto de dichos estudios económicos, aunque han permitido confirmar la importancia de la investigación académica en los resultados innovadores regionales de las empresas, enfrentan serias limitaciones, tanto conceptuales como teóricas para determinar cuáles son los “modos y mecanismos” de transmisión de conocimientos más eficientes entre el Sector Académico y el Sector Empresarial debido a que los puntos teóricos de partida con que se aborda esta problemática distan mucho aún de la operación y del trabajo directo con el conocimiento. La importancia que subyace en torno a dichos “modos y mecanismos” es que al conocerlos se podría definir, con relativa precisión, medidas de política de fomento a la innovación regional basadas en el apoyo a las actividades y relaciones que mayor impacto tienen en la generación y transmisión de conocimientos en las RA-E. Esto sin mencionar que también se podrían conocer, con relativa precisión, dónde se encuentran las barreras burocráticas, técnicas, legales, organizacionales o de cualquier otro tipo, que obstaculizan el óptimo desempeño de estos “modos y mecanismos” en un determinado caso de RA-E. Desde el contexto empresarial, este problema ya ha tenido una primera aproximación con el enfoque de los recursos y capacidades de Penrose destapando con ello la caja negra de procesos que constituyen las empresas para la creación de valor y de sus complejos mecanismos de acumulación de riqueza en un territorio. Sin embargo, aún no existe una base teórica estable para extrapolar este análisis al contexto de las RA-E. En este sentido, el presente trabajo construye un sistema de análisis teórico basado en los enfoques ya estables de gestión y organización del conocimiento y los concilia con el enfoque geográfico jafferiano a través de la noción tácita, explícita e incorporada del conocimiento, lo que posibilita teórica, conceptual y empíricamente ceñir este recurso a un punto geográfico del globo y analizar los procesos que lo dinamizan. Para evaluar este sistema teórico, el trabajo presenta un estudio empírico que cuenta los modos y mecanismos de gestión de conocimiento que realizan 21 Instituciones de Educación Superior Mexicanas y analiza sus impactos en el sector empresarial.