Aplicación de control óptimo y modelos estocásticos al problema de la gestión energética en vehículos híbridos

Abstract

Consulta en la Biblioteca ETSI Industriales (9075)

[ES] Actualmente, a la industria de la automoción se le presenta uno de los retos más importantes de toda su historia en forma de un triple problema. En primer lugar, el precio del combustible se encuentra constantemente en alza; en segundo lugar, las normativas anticontaminación que limitan las emisiones de los vehículos son cada vez más restrictivas y, de hecho, la entrada en vigor de la norma Euro VI en el año 2015 supone todo un desafío para los fabricantes; y en último lugar, la sociedad, cada vez más concienciada con los problemas medioambientales a los que se enfrenta la humanidad, exige vehículos más recientes y ecológicos. La solución trivial a estos problemas es la reducción del consumo de combustible. Esto implica un menor coste de explotación, menos emisiones contaminantes y, en definitiva, un vehículo más ecológico. A este efecto, el vehículo hibrido se presenta como una de las soluciones más efectivas al problema, a corto y medio plazo. Estos vehículos, que combinan un motor térmico convencional con otro eléctrico, son capaces de ahorrar grandes cantidades de combustible, básicamente gracias a tres hechos: 1. Son capaces de regenerar energía cinética del vehículo en retenciones y frenadas para su almacenamiento en baterías eléctricas y posterior uso. En otro caso, esta energía se desperdiciara en los frenos en forma de calor. 2. Evitan el consumo de combustible en paradas y detenciones, pues el motor térmico se encuentra o bien detenido, o bien recargando las bateras eléctricas. 3. Permiten el uso del motor térmico en el punto de máximo rendimiento durante gran parte de su operación, gracias a que el exceso de potencia puede almacenarse en las baterías eléctricas. En un vehículo convencional, generalmente el motor térmico trabaja a cargas parciales, lo cual implica una disminución en el rendimiento.