La primera constatación que se desprende del análisis de los resultados es que la superficie citrícola valenciana ha descendido a lo largo de estos últimos años, puesto que de las 200.000 ha. de SPE estimadas para el año 2005 equivalentes a 186.000 ha. de superficie física, se ha pasado en 2009 a 190.922 ha. SPE que equivalen a 177.557 ha. de superficie física. Es relevante, sin embargo, el dato de que el 44% de dicha superficie no superaba en dicha fecha los 10 años de edad, lo que pone de manifiesto el importante esfuerzo que han venido desarrollando los citricultores valencianos para readaptar la estructura varietal de sus plantaciones mediante doblados y sobreinjertos para sustituir unas variedades por otras que, al menos a corto plazo, presentaban mejores perspectivas comerciales. Al analizar la estructura varietal de las plantaciones jóvenes destaca marcadamente, con un 31% del total y 26.175 ha., el predominio de las naranjas tardías, sustituyendo a las Clementinas de media estación (28% del total y 24.320 ha.) entre las que la variedad “Clemenules” es la protagonista absoluta (15.220 ha.). También son importantes las cifras de plantaciones jóvenes de Clementinas tempranas (6.825 ha.) y de mandarinas (4.959 ha.), las primeras de las cuales pueden resultar muy problemáticas, sobre todo en zonas no muy precoces donde su periodo de comercialización es más breve al finalizar cuando aparece en el mercado la variedad “Clemenules”. La situación de predomino de Clementinas y mandarinas en las plantaciones jóvenes es especialmente marcado en la provincia de Castellón, donde representan el 83% de las mismas. El análisis realizado a nivel provincial pone de manifiesto las marcadas diferencias existentes en las estructuras varietales de las tres provincias. Mientras que en Alicante destaca la importancia relativa de limoneros y naranjos tardíos, Castellón dedica el 83% a Clementinos y mandarinos. La provincia de Valencia presenta, en cierto sentido, una situación intermedia, caracterizada por la importancia de Clementinos (29%) y naranjos tardíos (27%) y el importante papel que juegan en esta provincia los naranjos tempranos (22%), aunque su ritmo de expansión es muy inferior al de los otros dos grupos. Al combinar la información de las pirámides de edades de las plantaciones con los datos sobre rendimientos medios para obtener unas previsiones de evolución del potencial de producción de la citricultura valenciana durante el próximo decenio (2009/10-2018/19), con el fin de precisar la posible evolución temporal de las superficies citrícolas, ha sido necesario introducir determinadas hipótesis respecto a nuevas plantaciones y arranques o abandonos de las existentes. Es importante reiterar que en esta tesis no se ha pretendido “adivinar” cuál va a ser el comportamiento futuro de los citricultores valencianos al respecto, ni construir un modelo econométrico predictivo del mismo que, al margen de su posible arbitrariedad, hubiera resultado imposible de estimar a partir de datos pasados, por encontrarnos ante una situación de crisis sin precedentes similares que puedan servir como una referencia válida. Asumiendo que los arranques de plantaciones se limitaran a lo que podría calificarse de mortalidad “natural” debida al envejecimiento del arbolado, la producción citrícola valenciana continuaría aumentando en el decenio 2009-2019 a un ritmo medio de 1.2% anual, hasta alcanzar un volumen de 3.676.979 t en la campaña 2018/19. Como cabría esperar, dada la estructura varietal de las pirámides de edades, el aumento será especialmente rápido en Clementinas tempranas (+4.12%) y mandarinas híbridas (+3.89%), mientras que el incremento de producción de naranja temprana (-1.41%), naranja de media estación (-3.16%) y Clementina tardía (1.09%)será negativo. En cualquier caso, el modelo desarrollado en este trabajo y la información recogida en el mismo, permiten de forma muy sencilla obtener predicciones de producción bajo cualquier otra hipótesis que se quisiera investigar. Bajo la hipótesis de que los productores decidieran arrancar o abandonar entre el 2% y 3% anual la superficie citrícola en plantaciones de más de 10 años de edad, lo que supondría una disminución media anual del 1,3% de la superficie citrícola valenciana. Se estima que en periodo de 10 años, la producción se reduciría un 5% alcanzándose en la campaña 2018/19 una producción de 3.139.280 t.