Vivienda Obrador: La Casa Taller en Els Rajolars de Oliva como objeto arquitectónico revitalizador y creador de una nueva circunstancia agrícola y social

Abstract

[ES] La Vivienda Obrador del siglo XXI significará la generación de un tejido productivo y dará respuesta a la problemática planteada en Els Rajolars de Oliva. El fenómeno migratorio de los años sesenta se basa en la búsqueda de nuevas oportunidades laborales. Es en esa década cuando Oliva, eminentemente agrícola desde el punto de vista del sector productivo al que pertenecía, toma consciencia de lo que no es más que una limitación tradicional y, favorecida también por las características de su geología, reconoce y señala una discontinuidad, en forma de irrupción industrial, en la que ha vivido desde entonces. Por lo tanto, el territorio hace frente a un periodo de resiliencia, donde el sector agrícola e industrial, es decir, la ciudad productiva, busca de nuevo su escenario a modo de palimpsesto.

Esta problemática afecta directamente a la zona de Els Rajolars , caracterizada por una arquitectura en ocasiones abandonada, donde el paso tiempo ha desvelado las fases antropológicas del territorio. Una revisión actualizada tanto del gremio como del barrio medieval , donde la transmisión del oficio se realizaba de forma directa entre maestro y aprendiz y que, de forma contemporánea, se traduce en espacios o áreas de desarrollo personal e inserción socio comunitaria. El estímulo de las áreas productivas dentro de las áreas residenciales, es decir, la proximidad entre la propia vida residencial y el trabajo que la hace también económicamente posible servirá para seguir construyendo patrimonio que enriquezca el lugar, con actividades económicas que potencien lo artesanal frente a lo puramente prefabricado, o que desde el punto de vista del propio tejido industrial de Oliva signifiquen la recuperación de la actividad fabril ahora en versión Industria 4.0. El proyecto tiene como objeto revitalizar el entorno en su conjunto, también persigue la construcción una circunstancia que lo haga perdurar en el tiempo.

Quiere diseñar una forma de generación, también de crecimiento. Que responda coherentemente, que tenga en cuenta la huella antropizada de la huerta, y de su legado. También que tenga un gran respeto por la preexistencia, y por el efecto sobre esta del paso del tiempo.

Convertirá la autenticidad ambiental en una cuestión primordial e íntimamente ligada con y a la continuidad del entorno. Lo hará tanto desde el punto de vista sociológico, como desde el puramente urbanístico. Diseñando, creando, adecuando el contexto urbano que reduzca la exclusión social y favorezca la convivencia de sus pobladores.

En el proyecto, un lugar de encuentro significará un lugar de atracción, de frecuencia, de afluencia centrado en las personas, para sus habitantes, donde poder transmitir la tradición, los valores de la industria cerámica y de la agricultura. Trata, primigeniamente y ya desde la escala de lo construido hasta lo no construido, de establecer que lo artesanal y manual sean el nexo, sirvan de unión entre lo industrial y lo agrícola.

Deberá entonces, situarse como el elemento de transición entre lo urbano y lo agrícola, conseguir el cambio de escala necesario, diluyendo de paso sus límites; como punto de partida El passseig dels Rajolars , como punto final la huerta.