Autorretratos mutantes para la construcción de un género no-binario

Abstract

El propósito de este proyecto es demostrar con autorretratos lo flexible que puede ser nuestra identidad. También denunciar a el estado por mantener la identidad de género impuesta desde que nacemos, ya que genera una atadura objeto-género que discrimina y diferencia unos a otros. El género no es como un segmento de tres posibilidades: hombre, mujer e intersexual. El género es como una paleta de colores donde hay millones de posibilidades.

La metodología se diferencia en tres fases: investigación, ejecución y digitalización. La investigación previa agiliza la producción de la ejecución. La primera fase a veces se omite para que la fase de ejecución sea más intuitiva y creativa. Y la última fase es bastante importante, pues después de fotografiar es menester tratar la imagen digitalmente para tener un acabado más limpio y atractivo.

Como resultado he aprendido que la pintura no debe quedarse en el lienzo, sino que también puede estar sobre nuestro rostro y cuerpo. El maquillaje al igual que la pintura ha ido ligado a la historia de la humanidad, y en muchos casos se ha empleado en ambos sexos, como en el antiguo Egipto.

Este proyecto no se empezó como tal, sino que surgió con tiempo. En un principio ingenuo solo se trataba de un experimento personal. Más tarde se trataba de lo mutable que puede ser la identidad, pero también de una cuestión de género. Aunque llega a un público reducido, muchos autorretratos ayudan a empoderarse a individuos de pequeños colectivos de géneros no-binarios, a dejar de lado la construcción social dada y empezar a construirse por si mismo.

The purpose of this project is to demonstrate with self-portraits how flexible our identity can be. Also denounce the state for maintaining the gender identity imposed since we are born, as it generates an object-gender binding that discriminates and differentiates each other. Gender is not a segment of three possibilities: man, woman and intersex. Gender is like a palette of colors where there are millions of possibilities.

The methodology differs in three phases: research, execution and digitalization. The previous investigation streamlines the production of the execution. The first phase is sometimes omitted so that the execution phase is more intuitive and creative. And the last phase is quite important, because after photographing it is necessary to treat the image digitally to have a cleaner and more attractive finish.

As a result, I have learned that painting should not remain on the canvas, but can also be on our face and body. Make-up, like painting, has been linked to the history of humanity, and in many cases it has been used in both sexes, as in ancient Egypt.

This project was not started as such, but emerged with time. In a naive principle it was just a personal experiment. Later it was about how mutable identity can be, but also about a gender issue. Although it reaches a small audience, many self-portraits help to empower individuals of small collectives of non-binary genres, to put aside the given social construction and begin to build themselves.