Resumen:
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La irrupción de los sistemas de información en el entorno hospitalario ha permitido la progresiva digitalización de prácticamente toda la información clínica y administrativa, ofreciendo ingentes cantidades de datos en un ...[+]
La irrupción de los sistemas de información en el entorno hospitalario ha permitido la progresiva digitalización de prácticamente toda la información clínica y administrativa, ofreciendo ingentes cantidades de datos en un formato exportable y que ofrece la posibilidad de validar hipótesis de forma accesible. No en vano, durante los últimos años, la comunidad científica y empresarial ha experimentado una evolución hacia el tratamiento y explotación de estos datos, conocido como el BIG DATA, el cual pivota sobre la generalización de métodos estadísticos para el hallazgo de variables de asociación, clasificación e incluso predicción. La inferencia estadística parte de la premisa de que no es posible realizar el análisis sobre una población entera, y por eso, para realizar el contraste de hipótesis se recurre a muestras de menor tamaño. No obstante, el Big Data desafía esta premisa y postula que sí es posible analizar toda una población, lo cual reduce los intervalos de confianza y márgenes de error.
A la sombra del Big Data, está cobrando fuerza una línea de investigación que va un paso más allá de los datos y se focaliza sobre los procesos. Este enfoque, conocido como el de minería de procesos, trata de averiguar qué relaciones existen entre los datos que se analizan y permite conocer de qué forma evolucionan las inter-relaciones a lo largo del eje organizativo y temporal. Se trata de un enfoque idóneo para el análisis de un entorno caracterizado por una alta heterogeneidad de recursos y condicionantes como es la gestión de la práctica clínica, en concreto la obesidad. No obstante la capacidad de este tipo de herramientas está supeditada a la validez y calidad de los datos sobre los que trabaja.
El objetivo principal es conseguir una mayor efectividad en los procedimientos clínicos mediante la estandarización de los procesos. Estos han de cumplir las siguientes condiciones:
 Formales, que se puedan especificar en un lenguaje bien formado.
 Interpretables, que puedan ser leídos por computadores.
 Expresivos, que puedan representarse todas las situaciones según el campo de aplicación.
 Legibles, que los expertos de la organización puedan entender la definición de los procesos.
 Trazables, que la ejecución de los procesos pueda ser seguida por los actores de la organización.
La mayoría de las Guías Clínicas (protocolos) existentes están descritas en lenguaje natural. Esto complica la implantación de éstas debido, sobre todo, a la dificultad que entraña la automatización de modelos descritos de ésta forma. Por esto, es necesaria la utilización de modelos formales para describir Guías Clínicas que permitan su ejecución automatizada.
Este trabajo centra su foco en el caso de la obesidad en Hospital La Fe de Valencia. Las tareas a desarrollar parten de un profundo análisis de la situación y detección de los problemas y necesidades clínicas, trazando una propuesta de solución viable en el entorno sanitario, de sencilla utilización para las personas a las que va enfocado y orientado al ámbito de la minería de procesos.
Actualmente se pretende desplegar una herramienta de gestión de procesos (PALIA) , no obstante, antes de dicho despliegue se requiere un proceso de adaptación y mejora de la herramienta orientada a los problemas específicos de la mencionada unidad.
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