Resumen:
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Partiendo del auge que ha tenido Internet en la última década y su uso por parte de las élites capitalistas para asentar su dominación, nos disponemos a tratar el hacktivismo como herramienta contracultural, más concretamente ...[+]
Partiendo del auge que ha tenido Internet en la última década y su uso por parte de las élites capitalistas para asentar su dominación, nos disponemos a tratar el hacktivismo como herramienta contracultural, más concretamente el defacement o desfiguración como acto vandálico en Internet que consiste en deformar una página web hackeada con un nuevo contenido insertado por el hacker o defacer, resultando en una suplantación o identidad falsa del original.
En este trabajo analizaremos esta táctica del activismo político en el arte. La motivación surgió de la obra de algunos artistas, haciendo especial mención al grupo The Yes Men y a los defacers, cuyas obras se pueden englobar en esta nueva categoría del activismo político que es la desfiguración contra el capitalismo de la emoción donde el marketing y la política conforman un todo único del poder hegemónico. Una desfiguración cuyo blanco ha sido la empresa, el político y sus mercancías.
Ampliaremos la noción del defacement cuyo medio es el ciberespacio al espacio físico del mundo material mediante el graffiti y la parodia performativa cuya táctica artística no dista la una de la otra más allá de la naturaleza material del blanco (material o virtual).
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Starting from the boom that the Internet has had in the last decade and its use by the capitalist elites to establish its domination, we are prepared to treat hacktivism as a countercultural tool, more specifically the ...[+]
Starting from the boom that the Internet has had in the last decade and its use by the capitalist elites to establish its domination, we are prepared to treat hacktivism as a countercultural tool, more specifically the defacement or disfigurement as a vandalic act on the Internet that consists in deforming a hacked website with new content inserted by the hacker or defacer, resulting in an impersonation or false identity of the original.
In this paper we will analyze this tactic of political activism in art. The motivation arose from the work of some artists, with special mention to the group The Yes Men and the defacers, whose works can be included in this new category of political activism which is the disfigurement against capitalism of emotion where marketing and politics make up a single whole of the hegemonic power. A disfigurement whose target has been the company, the politician and his merchandise.
We will expand the notion of the defacement whose medium is cyberspace to the physical medium of the material world through graffiti and performative parody whose artistic tactic does not differ from one another beyond the material nature of the target (material or virtual).
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