Resumen:
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El proyecto se emplaza en Sot de Chera, municipio valenciano cuya morfología se adapta a los meandros del río Sot, afluente del río Túria. Integrado en medio de la naturaleza del parque natural Chera - Sot de Chera, en la ...[+]
El proyecto se emplaza en Sot de Chera, municipio valenciano cuya morfología se adapta a los meandros del río Sot, afluente del río Túria. Integrado en medio de la naturaleza del parque natural Chera - Sot de Chera, en la cuenca media del río Túria, y en un entorno con relieve accidentado, que se debe al gran anticlinal jurásico, lo convierte en uno de los tres únicos parques geológicos de España.
El municipio de apenas 400 habitantes basa su economía principalmente en la agricultura, siendo importante el turismo en la época estival. Los visitantes acuden a disfrutar del entorno natural en el que se encuentra este pueblo y a bañarse en las piscinas naturales del río Sot conocidas como Charca del Gruñidor. Pasear por este pueblo rural con encanto, disfrutar de su gastronomía y visitar monumentos como la Torre del Castillo recién restaurada son otros de los reclamos turísticos. Los más aventureros pueden realizar diversas rutas a pie o bicicleta que recorren los alrededores del parque natural descubriendo fuentes naturales o accidentes geológicos como el promontorio rocoso que emerge de la sierra, denominado el Morrón, cuya omnipresencia es evidente en Sot de Chera y es una postal inolvidable. Con este proyecto se quiere potenciar el turismo en un lugar que ya cuenta con los elementos esenciales para ser un centro de atracción turístico rural y natural. Con el hotel-spa se soluciona la estacionalidad del turismo y se genera actividad económica en el municipio.
El proyecto se plantea como un pequeño hotel rural de 18 habitaciones con restaurante, spa y aparcamiento. El proyecto se emplaza en la ladera con mayor pendiente en el frente del rio Sot. Se consolida uno de los solares de oportunidad de la calle Valencia, el de mayor tamaño, que da acceso a restaurante, recepción del hotel y aparcamiento. Por otro lado, el grueso del programa de habitaciones y spa se adapta a la topografía y curvas de nivel.
La idea de proyecto parte de unas cartografías cognitivas que definen de manera indeterminada elementos que deben estar presentes en el resultado final. Estos elementos son principalmente flujos y recorridos exteriores e interiores, miradas a hitos de importante interés del lugar (torre, piscinas, el morrón y el paisaje), experiencia sensorial a través del agua y búsqueda de espacios primitivos separando lo tectónico de lo estereotómico, cuidado de las atmosferas que se crean en los espacios, y abstracción en la formalización del proyecto con el entorno edificado (implantación y cubiertas) y natural (topografía).
Una vez definidos los condicionantes, en un proceso de búsqueda de forma y función del proyecto mediante esquemas y encaje de dimensiones se llega a un Hotel Spa que se adapta al entorno con dos elementos principales. Un elemento urbano en la calle Valencia con envolvente de acero corten que parece emergido del terreno. Y por otro lado, un elemento enterrado en la topografía que se ordena a partir de unas grietas que se quiebran siguiendo las curvas de nivel y aprovecha el desnivel para obtener vistas.
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