Habitar una estación

Abstract

[ES] En un enclave de envidiable belleza natural, entre el Parque de la Sierra Calderona y el de la Sierra de Espadán; el pueblo de Navajas es parada obligatoria de la Vía Verde de Ojos Negros por sus majestuosas villas del siglo XVIII, y por su paraje de la cascada del Salto de la Novia.

En este pequeño pueblo de apenas 700 habitantes, el ejercicio consiste en una reforma del edificio existente de la estación de tren, más un nuevo programa para el recibimiento de turistas, centrado en el turismo rural y para el disfrute de las atracciones naturales del pueblo.

El proyecto parte de una supuesta reactivación de la línea C5 de Cercanías, y por ello, no se entiende como únicamente el presente proyecto de la estación de Navajas, sino también la actuación sobre todas o algunas de las demás paradas de esta línea. Con esta máxima, el nuevo programa gira entorno a la antigua estación, a la que se le da un aspecto nuevo, pero sin perder su esencia.

El nuevo programa se fractura rodeando al edificio de la estación, que siempre se vislumbra en el centro de la intervención, a lo alto, presidiendo el lugar. De esta manera, no se podría entender la actuación sin la estación, ni la nueva estación sin el nuevo programa.

Metal, madera y gruesos muros de hormigón materializan un espacio para recibimiento de viajeros, una sala de exposiciones, una tienda de productos locales, una cafetería y un establecimiento para el alquiler de bicicletas; que semienterrados en el desnivel, forman terrazas y espacios intermedios, convirtiendo la nueva estación en muchas más cosas más allá de coger un tren. Pasando se ser la estación, a un lugar al que llaman estación; siendo habitado como un espacio más del pueblo.

[EN] It is an undoubtedly beautiful enclave located between the Sierra Calderona and Sierra de Espadan Nature Parks; the town of Navajas in a mandatory stop of the Ojos Negros trail due to its majestic villages of the eighteenth century and for the Salto de la Novia waterfall.

In the small town of approximately 700 residents, the assignment consists of a renewal of the current train station building, along with a new program for the welcoming of tourists centered in the rural tourism and the enjoyment of the natural attractions of the town.

The new program is fractured surrounding the building of the station, which is always seen in the center of the intervention, on the top, presiding the place. In this way, it would be implausible to understand the actuation without the station, nor the ¿new¿ station without the new program.

Metal, wood, and thick walls of concrete will materialize a space designated for the arrival of tourists, an exhibit room, a shop with local products, a cafeteria, and an establishment for bicycle rental; its pseudo-buried location will create open spaces and terraces, converting the new station in much more than just a place to catch a train; becoming not only a new train station, but also a new place in the town of Navajas.