El servicio de 112 (Emergencias), un análisis estructural y funcional desde la perspectiva española y europea: una propuesta de mejora

Abstract

[ES] El ser humano por naturaleza, siempre ha buscado como una de sus aspiraciones básicas, su seguridad. Todos tenemos conciencia de los riesgos y peligros con los que nos enfrentamos día a día. Por esta razón surge la necesidad de la protección primaria para mitigar sus miedos e inseguridades y obtener así una seguridad o por lo menos intentar dar respuesta lo más rápida posible cuando el peligro se produzca. Por consiguiente la seguridad es una necesidad humana, que surge espontáneamente junto con otras necesidades psicológicas como la autoestima, la de afirmación, la de posesión, etc. Tradicionalmente, la libertad y la seguridad se han considerado como dos de los objetivos fundamentales del Estado. La libertad y la seguridad han constituido los fundamentos de algunas de las principales teorías sobre la política y el Estado.1 La Gestión de la Protección Civil y la respuesta ante las Emergencias corresponden al Estado Español en primer lugar, pero al ser un conjunto planificado de actuaciones muy diversas, según la naturaleza de la propia emergencia, se ha de afrontan desde los distintos ámbitos sectoriales y territoriales. El teléfono único de emergencias nace de la decisión de la Unión Europea que promueve la implantación de un único número para todas las emergencias, el 1-1-2, tomando como referente las experiencias de gestión integrada desarrolladas en los Países Escandinavos y los Estados Unidos Asimismo, la referida Decisión señalo que los Estados miembros adoptarían las medidas necesarias para garantizar que las llamadas telefónicas al número 112 pudieran recibir las respuestas y la atención apropiadas. Con los avances de las comunicaciones y de las tecnologías de la información, los ciudadanos cada vez más se desplazan entre los distintos países del mundo. Esta evolución y modernización permanente hace que las situaciones de riesgo potencial unido a los diferentes escenarios, características climáticas, de vegetación y específicas de cada país, hagan necesaria la creación de sistemas para que la gestión global de la emergencia concluya con resultados óptimos.