Resumen:
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[ES] El dolor pélvico crónico (DPC) tiene como presentación clínica frecuente, el síndrome miofascial: se trata de una condición debilitante entre las mujeres, provoca morbilidad para la paciente e incurre en altos costos ...[+]
[ES] El dolor pélvico crónico (DPC) tiene como presentación clínica frecuente, el síndrome miofascial: se trata de una condición debilitante entre las mujeres, provoca morbilidad para la paciente e incurre en altos costos para los proveedores de atención médica. Aunque la prevalencia exacta del DPC no se conoce, la Organización Mundial de la Salud sugiere que es de entre un 2.1% y un 24% siendo mayor en mujeres en edad fértil.
La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor define el DPC como dolor pélvico crónico o recurrente, con origen posible en diferentes órganos y sistemas; entre ellos el ginecológico, pero para el que no se encuentra una lesión definitiva o causa. El DPC puede estar asociado con una disfunción hipertónica de los músculos de suelo pélvico.
Aunque muchas causas de dolor pélvico femenino son tratadas eficazmente por las intervenciones médico-quirúrgicas existentes, sigue existiendo un grupo de mujeres para quienes el dolor pélvico crónico es, o no diagnosticado o tratado ineficazmente. Actualmente existe una creciente corriente de métodos no quirúrgicos como alternativa al tratamiento de DPC. La toxina botulínica (BoNTA) es una potente neurotoxina producida por la bacteria Clostridium Botulimun. Cuando se usa con fines terapéuticos, se une a las terminales nerviosas periféricas e inhibe la liberación de acetilcolina en la hendidura sináptica, lo que lleva a la parálisis muscular.
Los principales métodos diagnósticos empleados en la evaluación del DPC, son la exploración física ginecológica específica, mediante el tacto bimanual (escala modificada de Oxford), siendo un procedimiento simple, bien tolerado, mínimamente invasivo y a pesar de facilitar información clínica subjetiva, sigue siendo el más utilizado. Así mismo, la OMS propone con el fin de poder evaluar el concepto de completo bienestar físico, mental y social incluir valoraciones de los recursos psicológicos que favorecen la salud y el bienestar, utilizando distintos test clínicos. Alternativamente también, se ha propuesto la electromiografía (EMG) como técnica complementaria en este tipo de patologías.
La EMG ha mostrado tener relevancia clínica y se usa para evaluar objetivamente la función de los músculos del suelo pélvico. Sin embargo, es un método invasivo e incómodo para las pacientes, dado que requiere la introducción de una sonda electromiográfica en la zona vaginal. Así mismo, hasta la fecha no se ha objetivado electrofisiológicamente el comportamiento muscular pélvico después del tratamiento con BoNTA. Contar con una herramienta que permitiese conocer las características electromiográficas de dicha musculatura, que permita validar el tratamiento con la toxina y que fuese no invasivo y no cruento, sería de gran utilidad en la práctica clínica habitual de ginecólogos, médicos rehabilitadores y fisioterapeutas, que velan por el tratamiento de esta patología. Por ello, proponemos un nuevo método de registro de señal electromiográfica de suelo pélvico más cómodo para la paciente, y sencillo para los clínicos, con electrodos de contacto colocados externamente a la cavidad vaginal en la superficie de la musculatura pélvica para su evaluación.
En el presente TFG se pretende estudiar la sincronización y el grado de acoplamiento de dicha señal captada en distintos puntos de la musculatura del suelo pélvico durante un protocolo de contracciones voluntarias realizadas antes y después del tratamiento mediante BoNTA. Para su cuantificación se emplearán parámetros como la correlación cruzada, la parte imaginaria de la coherencia, sincronización de fase, o la permutación de información mutua cruzada normalizada. Se estudiará la influencia del tamaño de ventana de análisis así como del posibles suavizado de la señal. Se valorará la posibilidad de caracterizar también registros de seguimiento realizados semanas después de la terapia y su posible rela
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[EN] Chronic pelvic pain is a pathology that is currently a challenge for doctors and physiologists, this
pathology has a complex etiology and is related to the dysfunction of the pelvic floor muscles. One
of the treatments ...[+]
[EN] Chronic pelvic pain is a pathology that is currently a challenge for doctors and physiologists, this
pathology has a complex etiology and is related to the dysfunction of the pelvic floor muscles. One
of the treatments used in these cases is the infiltration of botulinum toxin.
Electromyography has been shown to have clinical relevance and is used to objectively assess the
function of pelvic floor muscles. However, it is an invasive and uncomfortable method for patients,
since it requires the introduction of an electromyographic probe into the vaginal area. Likewise, to
date, the pelvic muscle behavior has not been electrophysiologically objectified after treatment with
BoNTA. Having a tool that allows to know the electromyographic characteristics of said musculature,
that allows validating the treatment with the toxin and that is non-invasive and not bloody, would
be very useful in the usual clinical practice of gynecologists, rehabilitative doctors and
physiotherapists, who watch over for the treatment of this pathology. Therefore, we propose a new
method of recording pelvic floor electromyographic signal more comfortable for the patient, and
simple for clinicians, with contact electrodes placed externally to the vaginal cavity on the surface
of the pelvic musculature for evaluation.
This TFG is intended to study the synchronization of the signals captured at different points of the
pelvic floor musculature during a protocol of voluntary contractions performed before and after
treatment using BoNTA. The correlation parameter will be used for quantification.
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