Resumen:
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[ES] A partir del año 2011, en los medios de comunicación comienzan a aparecer, día tras día, titulares que anuncian el conflicto en ciudades como Damasco, Alepo y Homs, que terminan formando el eje principal de la guerra ...[+]
[ES] A partir del año 2011, en los medios de comunicación comienzan a aparecer, día tras día, titulares que anuncian el conflicto en ciudades como Damasco, Alepo y Homs, que terminan formando el eje principal de la guerra de Siria. Es entonces, en ese momento, cuando muchas personas se ven obligadas a huir de sus hogares por el peligro que supone la situación, apareciendo así diferentes formas de vivir a lo largo de esa huida. Este trabajo de investigación surge a raíz de la repetición constante de este tipo de noticias y la inquietud que estas generan por conocer cómo este conflicto político, es un problema de maneras de habitar y, por tanto, también arquitectónico al afectar al proyecto y a la forma de los espacios de vivienda y residencia humanas.
En este contexto, algunos de los principales problemas a los que se enfrentan los refugiados a lo largo de huida, son las condiciones de falta de infraestructura en tierras ajenas. Habitar un campo de refugiado es una opción que muchas personas buscan, mientras que otras prefieren mantener su anonimato en edificios que cambian su uso la llegada de sus nuevos habitantes, en espera de poder con continuar su camino. Según datos de ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados) ¿desde el año 2011 y hasta finales del 2012, se estima que 43,3 millones de personas en todo el mundo fueron desplazadas por la fuerza debido a los conflictos y la persecución. Entre las personas en situación de refugiados, los niños constituyen el 46 por ciento de la población y 876.100 solicitudes de asilo o de la condición de refugiado se presentaron en 171 países o territorios¿. Personas que no sólo necesitan empezar de cero con una nueva vivienda, sino que huyen por salvar la propia vida, contando sólo con el peso que la espalda puede soportar. Peso y pesadumbre en la mochila, para amueblar casas que no son hogares, con habitantes que no son ciudadanos.
La idea de buscar estrategias arquitectónicas para dar más dignidad a las formas de vida que existe en los campos de refugiados. La palabra que debemos utilizar es temporal o efímera. Un campo de refugiados también es una ciudad, pero no una ciudad efímera, es una ciudad planificada, pero sin un origen natural y una evolución, es una generación espontánea, constante y permanente en su mayoría, pero no asentada. Estas son nuevas urbes no reconocidas de ciudadanos invisibles, olvidados, Una ciudad en una constante mesa de operaciones, vidas anestesiadas y en constante espera.
Esta investigación se realiza con el objetivo de estudiar el desarrollo de la arquitectura efímera y su relación con la vida de los residentes u ocupantes en un campo de refugiados que necesita una identidad nacida de la creación de espacios. Siendo la arquitectura la expresión de cada pueblo, de cada sociedad, estas ciudades lo imploran con la ayuda de Arquitectos sin Fronteras, vinculándolo hacía sistemas y modelos reutilizables, reciclables y la posible utilización de materiales sostenibles. Con ella se persigue crear una base de conocimientoen torno a la habitabilidad de los espacios, os donde las personas se ven obligadas a vivir cuando tiene que abandonar de su hogar. También, disponer de herramientas de trabajo que podamos utilizar en un futuro próximo al que los arquitectos debemos enfrentarnos; los problemas arquitectónicos derivados de conflictos políticos que ponen a las poblaciones más vulnerables en situación de emergencia.
La arquitectura lo puede. La arquitectura, se lo debe. Para que un día dejen de llamarse campos de refugiados y puedan llamarse ciudad vida.
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[EN] Since 2011 and further on, media headlines have begun racing, day after day, announcing the conflict in many Syrian cities such as Damascus, Aleppo, and Homs, which formed the main axis of the Syrian war. During these ...[+]
[EN] Since 2011 and further on, media headlines have begun racing, day after day, announcing the conflict in many Syrian cities such as Damascus, Aleppo, and Homs, which formed the main axis of the Syrian war. During these tough times, many people were forced to flee their homes because of the massive danger posed by the situation; thus, diverse ways of living appeared along with that fight. This research work arises from the constant repetition of this type of news and the concern that these above-mentioned dangers and the political conflict created a problem of ways of living and, therefore, architecture affecting the project and the form of human living spaces and residence.
In this context, one of the main problems refugees faced throughout their exodus is the lack of infrastructure in foreign lands, to which they were displaced. Inhabiting a refugee camp is an option that many refugees seek. In contrast, others prefer to maintain their anonymity in buildings that change their use upon the arrival of their new inhabitants, waiting to continue their journey. According to data from UNHCR (UN Refugee Agency), "from 2011 and until the end of 2012, an estimated 43.3 million people worldwide were forcibly displaced due to conflict and persecution. Among those in the refugee population, children make up 46 per cent of the population, and 876,100 applications for asylum or refugee status were filed in 171 countries or territories." Refugees seek only a fresh start in a new home and flee their lives relying only on their backs' weight. The belongings in these backpacks are the ones that will furnish houses that are not homes by inhabitants who are not citizens.
The importance of the research arises from the need to look for architectural strategies to improve the quality of life in the refugee camps. The word we should rather use in the context is temporary or ephemeral. A refugee camp is also a city but not an ephemeral city. It is a planned city, but without a natural origin or an evolution, it is a spontaneous generation, constant and permanent for the most part, but not settled. These are new unrecognized cities of invisible, forgotten citizens, a city at a constant operating table, lives anaesthetized and in constant waiting.
This research is conducted to study the development of ephemeral architecture and its effect on the quality of life of the residents or occupants in a refugee camp that needs an identity born from creating spaces. Architecture being the expression of each people and society, these cities implore it with the help of Architects without Borders, linking it to reusable, recyclable systems and models and the possible use of sustainable materials. The aim is to create a knowledge base around the habitability of the spaces where people are forced to live when they must leave their homes. Also, to have working tools that we, architects, can use soon and must face, the architectural problems arising from political conflicts put the most vulnerable populations in emergencies.
Architecture can do it; architecture owes it to them; so that one day they will stop being called refugee camps and can be called life cities.
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