Vivir sin dejar huella.

Abstract

[ES] Cada día que pasa deberíamos ser más conscientes del volumen total de CO2 que emitimos anualmente. Según los datos extraídos de la Agencia Internacional de la Energía en el 2022 se ha visto incrementado, encontrándonos en la actualidad con el registro más alto computado hasta la fecha; un total de 36.8 Gt CO2.

En el ámbito nacional, el Ministerio para la Transición Ecológica y el reto demográfico, en su informe anual de 2021 detalla que la construcción ocupa el puesto número dos en cuanto a emisiones de CO2, con un 20,8% sobre el total. Pero si precisamos aún más, el cemento Portland, material base de nuestro modelo constructivo, alcanza entre 5-7% del total. Por ello, se hace necesario y urgente, plantear soluciones que vayan en la dirección de lograr los objetivos previstos en la agenda 2030, cuyo compromiso buscaba disminuir las emisiones de C02 UN 55% para el 2030.

Por todo ello, la industria, cada vez más consciente de esta situación, comienza a buscar soluciones más sostenibles en un afán por intentar responder a la problemática detectada. Teniendo en cuenta que el cemento Portland es el causante de una parte importante de las emisiones, este trabajo plantea como primer objetivo principal, evaluar la eficacia técnica y ambiental de reemplazar el cemento Portland, con cementos fabricados con residuos de diferentes ámbitos y además, aplicar estos a un sistema de construcción mas eficiente. Este tipo de materiales implica una reducción considerable en las emisiones de C02 totales, pudiendo llegar a minimizar estas en un porcentaje elevado. Pero además, dentro de los geopolímeros, el trabajo aborda con más detalle el uso de otras materias primas para la fabricación del cemento como son, las cenizas de cáscara de arroz, el polvo de filtro de la industria del aluminio y el polvo del ladrillo. Esto permite abordar dos cuestiones relevantes. Por un lado, dar una respuesta local, ya que la base de estos elementos, como es el arroz y el ladrillo, los tenemos muy presentes en la Comunidad Valenciana. Y segundo, porque con estos materiales se permite reducir las emisiones de CO2 total, permitiéndonos estar más cerca de los objetivos marcados, e incluso, apostar

[EN] With each passing day we should be more aware of the total volume of CO2 we emit annually. According to data extracted from the International Energy Agency, by 2022 it has increased, and we are currently at the highest level recorded to date; a total of 36.8 Gt CO2. On a national level, the Ministry for Ecological Transition and the demographic challenge, in its annual report for 2021, details that construction occupies the number two position in terms of CO2 emissions, with 20.8% of the total. But if we look even further, Portland cement, the basic material of our construction model, accounts for 5-7%% of the total. Therefore, it is necessary and urgent to propose solutions to achieve the objectives set out in the 2030 agenda, whose commitment was to reduce CO2 emissions by 55% by 2030. For all these reasons, the industry, increasingly aware of this situation, is beginning to look for more sustainable solutions in an attempt to respond to the problems detected. Bearing in mind that Portland cement is the cause of an important part of the emissions, the first main objective of this work is to evaluate the technical and environmental effectiveness of replacing Portland cement with cements made from waste from different areas and also to apply these to a more efficient construction system. This type of material implies a considerable reduction in total C02 emissions, which can be minimised by a high percentage. In addition, within geopolymers, the work deals in more detail with the use of other raw materials for the manufacture of cement, such as rice husk ash, filter dust from the aluminium industry and brick dust. This allows two relevant issues to be addressed. On the one hand, to provide a local response, since the basis of these elements, such as rice and brick, is very present in the Valencian Community. And secondly, because with these materials it is possible to reduce total CO2 emissions, allowing us to be closer to the targets set, and even aim to achieve zero emissions when producing this material.