Resumen:
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[EN] Land abandonment throughout the twentieth century led to an intense landscape transformation in the mountain areas of the Iberian Peninsula. In some cases, and after 50 years of abandonment, agriculture returned with ...[+]
[EN] Land abandonment throughout the twentieth century led to an intense landscape transformation in the mountain areas of the Iberian Peninsula. In some cases, and after 50 years of abandonment, agriculture returned with the development of commercial farms and the intensification of the agrarian activities. In the Easter Iberian Peninsula, following the abandonment of olive groves, vineyards and cereals during the 50’s, has been in the past two decades the expansion of intensive citrus production on sloping terrain. Geomorphological transects and simulated rainfall experiments have quantified the impact of traditional rainfed cultivation of the 50’s, abandonment, and the intensification of farming on the processes and landforms of erosion on the northern slopes of the Serra Grossa, south of the province of Valencia. It was found that the citrus groves have the highest number of rills and gullies. These erosive morphologies were not in the traditional crop tillage, and when they formed in the abandoned fields were soon controlled by the growth of vegetation. The abandonment of the crops reduced the soil losses, but the intensification of the agriculture with the citrus production has accelerated the soil erosion rates that exceed by several orders of magnitude (x4) the soil erosion rates measured during the abandonment and multiply by 17 the quantified traditional rainfed agriculture soil losses. Tillage of traditional rainfed orchards reduced runoff, but increased the concentration of sediments of the surface wash.
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[ES] El abandono del campo a lo largo del siglo XX supuso una intensa transformación paisajística en las zonas de montaña en toda la Península Ibérica. En algunos casos, y tras 50 años de abandono, la actividad agrícola ...[+]
[ES] El abandono del campo a lo largo del siglo XX supuso una intensa transformación paisajística en las zonas de montaña en toda la Península Ibérica. En algunos casos, y tras 50 años de abandono, la actividad agrícola ha regresado con explotaciones comerciales y con una intensificación de la actividad agrícola. En el Este Peninsular, tras el abandono de olivares, viñedos y cereales, se ha producido en las dos últimas décadas la expansión de la citricultura intensiva en ladera. Mediante transectos geomorfológicos y experimentos con lluvias simuladas se ha cuantificado el impacto del cultivo tradicional de secano de los años 50, el abandono y posterior recuperación, y la intensificación de la explotación agrícola sobre los procesos y formas de erosión en la vertiente norte de la Serra Grossa, al sur de la provincia de Valencia. Se ha comprobado que los campos de cítricos presentan el mayor número de regueros y cárcavas. Estas morfologías erosivas no existían en el cultivo tradicional por el laboreo, y cuando se formaron en los campos abandonados pronto fueron controlados por el crecimiento de la vegetación. El abandono de los cultivos redujo la pérdida de suelo, pero la citricultura intensiva ha vuelto a reactivar los procesos erosivos hasta tasas que superan en varios órdenes de magnitud el abandono (x4) y que multiplican por 17 las cuantificadas en la agricultura tradicional de secano. El laboreo del secano tradicional reducía las escorrentías, pero aumentaba la concentración de sedimentos de la arroyada.
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