Resumen:
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La investigación realizada reflexiona sobre el poder semántico de la piel que representa
el paradigma de la finitud y es la evidencia más clara del paso del tiempo en el espacio,
convirtiéndose en el vínculo más directo ...[+]
La investigación realizada reflexiona sobre el poder semántico de la piel que representa
el paradigma de la finitud y es la evidencia más clara del paso del tiempo en el espacio,
convirtiéndose en el vínculo más directo con la realidad. La piel se corta, se quema, se
reseca, se arruga, cambia su textura y su apariencia como un recordatorio inevitable de
la identidad individual. Como afirma Paul Valéry parafraseando a Nietzsche, lo más
profundo es la piel porque su color, su apariencia y su respuesta a los estándares
culturales son el primer indicio de la condición de un ser humano y una clave de su
destino.
En el mundo del arte contemporáneo asistimos a innumerables reflexiones, visuales o
escritas, cuya temática principal es el cuerpo; algunos, como la perfomer Orlán o
Franko B, han sometido su cuerpo a todo tipo de operaciones quirúrgicas o sangrías,
como base importante de su creación y mensaje; otros artistas, valgan como ejemplo
Alberto Garcia-Alix, Bernardo Tejeda, Rafael Minkkinen, Dorota Buzckowka, cuyos
antecedentes históricos podemos encontrarlos en las noches futuristas, las fantasías
surrealistas, los cabarets Dadá, el teatro Bauhaus, Duchamp, Popova y otros, entre los
que podemos incluir el teatro de la crueldad (Artaud), los happenings de los años 60
(Kaprow), las acciones del grupo anti-arte Fluxus, la mística Zen, la imaginería de la
ciencia ficción, el movimiento punk y muchos más, ocupan un amplio espectro de la
creación para los que el cuerpo humano, el propio o el del los otros, se ha convertido en
el punto de inflexión y referente estético en este trabajo.
La fotografía siempre transforma lo que muestra, es lo que aparece en ella y al mismo
tiempo no lo es, pues se convierte en una nueva realidad atrapada en dos dimensiones y
posee unas cualidades singulares en el ámbito de la creación, que nos van a permitir que
reconstruyamos su trayecto desde unas miradas únicas.
En su desarrollo se ha realizado un recorrido conceptual desde el oficio del ojo, lo que
significa ver y mirar, pasando por los condicionantes culturales de la mirada, la
cosmovisión del cuerpo, los lenguajes sociales de la piel, sus miedos y transgresiones,
su simbolismo, significado y la importancia del cuerpo en la construcción de un
imaginario social, local y global, para finalizar en el trabajo fotográfico específico de
tres artistas que introducimos y analizamos: Isabel Muñoz (España), Rodrigo Petrella
(Brasil) y Ricardo Marujo (Brasil). Tres formas de mirar el cuerpo y la piel como
soporte estético que plantean una mirada abierta a la esfera cultural y artística de ¿lo
otro¿, como testigos indiscutibles de inquietudes de la sociedad actual. Nos ha
interesado incidir en su poética subjetiva y técnica, más que en su faceta compositiva.
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