Resumen:
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Consulta en la Biblioteca ETSI Industriales (7593)
[ES] El creciente interés de los polímeros sintéticos biodegradables se debe a su
potencial como sustratos temporales en la regeneración de tejidos vivos.
La histología médica ha recibido en los últimos años un nuevo y ...[+]
[ES] El creciente interés de los polímeros sintéticos biodegradables se debe a su
potencial como sustratos temporales en la regeneración de tejidos vivos.
La histología médica ha recibido en los últimos años un nuevo y revolucionario
impulso, tanto conceptual como metodológico que va a condicionar, sin duda
alguna, durante las próximas décadas, la docencia, la investigación y la
aplicación sanitaria de la misma. Se trata de lo que ha venido denominándose
en los últimos tiempos como Ingeniería Tisular, un área en expansión que
asentada en los conocimientos básicos de la histología tiene por objetivo
construir tejidos nuevos, funcionalmente activos, a partir de células
procedentes de cultivos desarrollados previamente en biomateriales de distinta
naturaleza que sirven como soporte o andamiaje de las células y el tejido en
desarrollo (Langer y Vacanti, 1993).
Los nuevos tejidos fabricados resultarán de la asociación de células vivas y de
una matriz o andamiaje natural, artificial o mixto. La ingeniería tisular se nutre y
se asienta en los conocimientos histológicos y recibe asimismo aportaciones de
otras disciplinas fundamentales que ayudan al logro final del objetivo
propuesto: la construcción de un nuevo tejido vivo y funcional capaz de sustituir
con eficacia terapéutica al tejido original dañado.
En el momento presente se han desarrollado tres mecanismos fundamentales
para la creación de un nuevo tejido.
En primer lugar el diseño y el posterior crecimiento de los tejidos fuera del
cuerpo para una posterior implantación que repare o sustituya a los tejidos
dañados. Un ejemplo de ello es la creación de piel artificial para su utilización
en las quemaduras (Föhn M. et al, 2007).
En segundo lugar se ha inducido la creación de un nuevo tejido utilizando la
implantación de dispositivos con determinados tipos de células o libres de
células y el uso de los adecuados factores de crecimiento y estímulo del
sustrato biológico en el que asienta el biomaterial que generalmente configura
el dispositivo. La regeneración tisular guiada para estimular la regeneración
ósea en periodoncia es un buen ejemplo de esta modalidad (Slotte et al., 2007)
Un tercer mecanismo para desarrollar nuevos tejidos por ingeniería tisular
consiste en desarrollar dispositivos internos o externos conteniendo tejidos
humanos especialmente diseñados para sustituir funcionalmente a los tejidos
dañados. Este proceso implica aislar las células del organismo y situarlas sobre
o dentro de matrices estructurales y ubicar el sistema de nuevo en el
organismo o hacerlo funcionar desde fuera. Los injertos vasculares con
revestimientos celulares y matrices constituyen un buen ejemplo de este
mecanismo de ingeniería tisular (Kofidis et al., 2005).
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