Resumen:
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[ES] Tal y como recoge Redondo López en su informe, la evaluación de la productividad en
el trabajo es una herramienta muy útil para las empresas, además de una medida
atractiva pues está vinculada con la mano de obra, ...[+]
[ES] Tal y como recoge Redondo López en su informe, la evaluación de la productividad en
el trabajo es una herramienta muy útil para las empresas, además de una medida
atractiva pues está vinculada con la mano de obra, que es el factor más importante de
la producción. Sin embargo, esa productividad del trabajo se relaciona únicamente con
la capacidad de los trabajadores para realizar sus tareas, es decir, sus esfuerzos. Las
variaciones de la productividad del trabajo también dependen de otros factores, como
pueden ser cambios tecnológicos o de organización dentro de la empresa.
Entre los años 2001 y 2007, Alemania y Francia eran los países de la Unión Europea en
los que más había crecido la productividad del trabajo (alrededor del 10%), mientras
que en España únicamente crecía la mitad de ese porcentaje.
Con el inicio de la crisis, Alemania y Francia sufrieron la caída de esos niveles de
productividad laboral, pero los recuperaron rápidamente en 2010, lo que les permitió
obtener unos datos incluso superiores a los alcanzados en 2007.
Por el contrario, en España, la productividad laboral siguió aumentando desde 2007,
hasta un 7% en 2011.
Por lo tanto, se puede deducir que España sí que ha recuperado esta productividad
durante la crisis, superando por ello a los niveles que poseían Alemania y Francia en la
época de prosperidad. Todo ello podría indicar una inmediata recuperación, pero el
análisis de los componentes del crecimiento de la productividad del trabajo no dice lo
mismo.
En general, la productividad laboral se mide como el cociente entre el PIB del país y el
número de trabajadores por el promedio de las horas trabajadas por cada uno de ellos.
Dicho esto, se sabe que el PIB, hasta 2007, creció en las tres economías de los países
mencionados anteriormente, pero no en todas de la misma manera, ya que España lo
hizo a un ritmo mucho más rápido. En 2009, por el contrario, todos soportaron
relevantes disminuciones, pero posteriormente, una vez más cada país actuó de un
modo: Alemania consiguió crecer un 3% más que sus niveles de 2007, y Francia los
mantuvo. No ocurrió lo mismo con España, que ni siquiera logró recuperar su valor del
PIB de 2007. Por otra parte, la situación del número de empleados en esa época es casi la misma
que la del PIB, con una singularidad: este número de trabajadores aumentó
activamente en España antes de la crisis, pero se desplomó a partir de 2008 de forma
más pronunciada que el PIB.
Por último, en relación al número de horas por trabajador, no se ha acusado una
variación considerable a lo largo de los años: únicamente se ha ido produciendo un
descenso en los tres países, pero que no ha perjudicado a la productividad del trabajo.
Cabe destacar al respecto que sin embargo, en España, la media de horas trabajadas
disminuyó casi un 5% entre los años 2001 y 2007 y que por el contrario, aumentó más
del 3% a partir de 2007 y hasta 2011. Este aumento de las horas trabajadas en la época
de crisis podría ser un indicador del comportamiento de las empresas del país: han
optado por ocasionar despidos antes de incluir a trabajadores a tiempo parcial a fin de
intentar superar esta recesión.
En definitiva puede decirse que en España el incremento producido en la
productividad del trabajo es consecuencia del relevante aumento del desempleo, pese
a la disminución del PIB, sin saber si esta circunstancia representa realmente un
progreso de la configuración productiva del país.
En el presente Trabajo Final de Grado se tratará de analizar cuáles son los factores que
influyen en el rendimiento de los trabajadores en una empresa concreta. En particular,
se estudiarán los factores que afectan a la productividad laboral en la fábrica que la
multinacional Heineken España S.A. tiene en la provincia de Valencia.
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