Resumen:
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[ES] Vivimos en una sociedad nómada, emigramos en búsqueda de nuevas oportunidades de futuro,
emigramos para conocer otras culturas o para encontrar nuestro sitio. Llenamos nuestras maletas de ropa
y productos personales, ...[+]
[ES] Vivimos en una sociedad nómada, emigramos en búsqueda de nuevas oportunidades de futuro,
emigramos para conocer otras culturas o para encontrar nuestro sitio. Llenamos nuestras maletas de ropa
y productos personales, pero, el hogar, lo que nosotros sentimos como tal, no cabe en una maleta. Por
eso tratamos de convencernos y nos decimos constantemente “nuestro hogar somos nosotros mismos, es
allá donde yo voy”. Pero cuando llegamos a lo que va a ser nuestro lugar de residencia por una temporada,
nos vemos en una situación en la que lo único que encontramos es un hogar reducido a una única
habitación vacía con paredes sucias dentro de un piso compartido con 5 personas, o, en algunos casos,
llena de muebles que no nos pertenecen y que jamás habríamos elegido para formar parte de nuestro
hogar. Una vez dentro, llevamos a cabo numerosos intentos por hacer Del sitio donde vivimos con nuestro
hogar, en la mayoría de ocasiones, sin éxito. Compramos los mismos muebles impersonales en IKEA cada
vez que cambiamos de país ya que es lo único que podemos permitirnos y porque, una vez que tenemos
que deshacernos de ellos, no sentimos pena.
Desafortunadamente, la sensación de desarraigo no tiene fácil solución. El hogar se compone de muchos
pilares e irremediablemente muchos de ellos, como nuestros seres queridos, no caben en una maleta.
Este proyecto afronta el desafío de crear una serie de mobiliario para estudiantes o jóvenes trabajadores,
compuesto por escritorio, silla, armario y mesita, construidos a partir de módulos similares, capaz de
plegarse y ocupar la mitad de una maleta de 23kg facturable de cualquier compañía aérea, tras la
realización de un análisis de tendencias.
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