Abstract:
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[ES] El presente documento tiene como objetivo la realización de un mapa de riesgo
de incendio forestal. Para alcanzar dicho objetivo se crearán dos mapas
previamente, uno de peligro de ignición que junto al de peligro ...[+]
[ES] El presente documento tiene como objetivo la realización de un mapa de riesgo
de incendio forestal. Para alcanzar dicho objetivo se crearán dos mapas
previamente, uno de peligro de ignición que junto al de peligro de propagación
podrán aportar a nuestro estudio un “fiabilidad”
El problema de los incendios forestales en España en general, y en la provincia de
Valencia en particular, no es nuevo. Al contrario de lo que los medios de prensa
transmiten a la sociedad y de lo que la sociedad en general tiene una profunda
convicción, creada por décadas de mensajes de “todos contra el fuego”, los
incendios forestales per se, no constituyen una catástrofe natural dentro de un
régimen normal de incendios de baja intensidad, sino que por el contrario el fuego
juega un papel de gestor ecológico determinante en los ecosistemas
mediterráneos, estando ligado de forma clara a las asociaciones forestales
presentes en cada zona en función de la recurrencia de incendios que cada una
presente.
Esta recurrencia de forma natural está vinculada al número de igniciones cuyo
origen puede estar en la caída de rayos, actividad volcánica, caída de
meteoritos, etc. Sin embargo, cuando entran en juego las actividades humanas,
las igniciones se elevan a una frecuencia y distribución, a la cual la escala
temporal de las etapas de sucesión bioclimáticas que presentan estas
asociaciones vegetales no están adaptadas de forma sucesional, entrando en
una espiral de mantenimiento de etapas estabilizadoras, cuya persistencia se ve
favorecida por la presencia del fuego y por la estrategia de reproducción o
regeneración de las especies que la componen.
Los escenarios que prevén los investigadores en relación con el cambio climático y
su afección en las zonas del mediterráneo, no son nada alentadoras, ya que los
diferentes modelos marcan un incremento del periodo de riesgo de incendios
forestales en dos meses, que la temperatura media suba en torno de 3 a 5ºC. La
pluviometría no parece que vaya a registrar una variación notable, sí que puede
ser que esta varíe su régimen, concentrándose en días de lluvias torrenciales
seguidas de grandes periodos sin lluvias, produciéndose una disminución de lluvias
en invierno, primavera y verano e incrementándose en otoño. Todo esto traducido
a incendios forestales puede implicar que los incendios sean más frecuentes y más
intensos, que vendría a acelerar un cambio drástico en los ecosistemas forestales
que actualmente conocemos.
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