Resumen:
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Este estudio aborda la acción del fruto como órgano de control del desarrollo del árbol frutal en el níspero japonés (Eriobotrya japonica (Thunb) Lindl.). Para ello se establecieron 4 niveles de comparación: dos cultivares, ...[+]
Este estudio aborda la acción del fruto como órgano de control del desarrollo del árbol frutal en el níspero japonés (Eriobotrya japonica (Thunb) Lindl.). Para ello se establecieron 4 niveles de comparación: dos cultivares, "Algerie" y "Piera", el primero con un comportamiento típico en Clima Mediterráneo, el segundo de brotación, floración, fructificación y maduración recurrentes a lo largo del año; árboles jóvenes (3 años de edad), cultivados en maceta, capaces de florecer y fructificar adecuadamente; árboles adultos en cultivo con frutos y sin ellos, eliminados en sus primeras fases de desarrollo; brotes con panícula, brotes sin ella y brotes con ésta aislada temporalmente mediante un anillado en su base. Se evaluó la brotación y la floración, el desarrollo radicular, el desarrollo del fruto, y el contenido nutricional, carbohidratos de transporte, consumo y de reserva, fracciones nitrogenadas, N-NO3; N-NH4* y N-proteico, y el contenido hormonal, AIA, ABA y zeatina, en los diferentes órganos de la planta. Los resultados indican que el árbol no inicia la brotación hasta que el fruto es recolectado y que su ausencia acelera el desborre de las yemas y el posterior desarrollo de los brotes y promueve la floración. Del mismo modo, la presencia del fruto restringe severamente el crecimiento radicular y, con ello, el aporte de hormonas a la parte aérea de la planta. Se demuestra, asimismo, que el fruto controla su propio desarrollo a través de un fenómeno de competencia nutricional con el resto de frutos de la panícula y que, a través de su interacción con el desarrollo del resto de órganos de crecimiento activo del árbol, controla el proceso de su maduración. El resultado final es que 1) la actividad fotosintética está modulada por la demanda del principal sumidero de la planta, el fruto, y que ésta, en gran medida, está regulada por la semilla que cuando completa su crecimiento cesa la demanda de carbohidratos por parte de éste; 2) la floración está controlada por el fruto, que restringe significativamente
la brotación anticipada de las yemas axilares e inhibe la formación de flores en éstas panículas
y en las principales; 3) el crecimiento y la actividad de las raíces se ralentizan marcadamente
cuando el fruto alcanza su máximo tamaño, lo que queda demostrado por la reducción de su
longitud, el descenso en la densidad de puntos mitóticos de sus tricloblastos, la reducción del
transporte de azúcares desde las hojas, medido a través de la exposición de éstas a una
atmósfera de 13C, la reducción del transporte desde las raíces al fruto, determinado por la
acumulación de almidón y la fracción N-NH4
+ , y la drástica reducción de la síntesis y transporte
hormonal desde la raíz a la copa y los frutos, y 4) la acumulación de carbohidratos, junto con la
reducción de la concentración de N-NH4
+ y de zeatina, facilitan la maduración del fruto que es,
de este modo, controlada por su propia actividad.
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