Una biblioteca de barrio en "En Corts"

Abstract

Participar en el proceso de creación de una biblioteca exige la habilidad de proponer en un solo edificio un soporte a las múltiples actividades. Hay que tener en cuenta el espacio reservado para las actividades que exige el programa, pero también hay que dejar un porcentaje para la improvisación y la imaginación. Debe ser un lugar preparado para asumir y transmitir el conocimiento de forma personalizada de generación en generación. Por eso, el proyecto se tiene que preocupar por asumir las diferentes actividades del programa sin generar conflictos entre ellas. Sin embargo, hay espacios que tienen que poder asumir situaciones más informales, como una mesa redonda o una exposición. Tampoco se entiende que las salas de lectura o estudio se tengan que convertir en salas de silencio. Pues el conocimiento no solo se transmite de forma unidireccional entre una persona y un soporte, sino que, como mejor se implementa es desde el intercambio de experiencias. En torno a una idea de libertad de uso y expresión en las salas (lectura, estudio, trabajo en equipo, etc.) se conforma una sección de espacios similares pero diferentes a la vez. Cada planta se piensa en relación a la altura, las inquietudes y las posibilidades de relación entre las personas, los libros y otras personas.