Hotel Spa en Sot de Chera

Abstract

El proyecto se sitúa en la zona oeste de Sot de Chera, en la ladera frente al rio. Se trata de un enclave estratégico, ya que goza de buena conexión tanto con el paseo fluvial, como con el pueblo y las rutas de senderismo. La parcela tiene una gran pendiente, y la conexión con la Calle Valencia se produce a través de dos solares vacantes.

Sot de Chera es un pequeño pueblo con mucho encanto situado entre las montañas, que cuenta con una población de apenas 441 habitantes en invierno, pero que acoge a miles de turistas en verano. Por lo tanto se entiende que el programa de este proyecto encaja con las necesidades de la población.

La tradición del agua está muy arraigada en este entorno, ya que uno de los mayores atractivos de la zona son precisamente los espacios de baño que se encuentran en el rio, justo en frente de la ubicación de la parcela. La intención de este proyecto es complementar este uso de baño público con otro espacio de baño distinto, intentando alterar lo menos posible el entorno natural, y en todo caso mejorándolo o adecuándolo en algunos de sus aspectos.

Unos de los problemas a los que tiene que hacer frente el pueblo, y más en concreto la zona en la que se situará el hotel-spa, es la acogida de los centenares de vehículos de los turistas que acuden cada año. Y este tema se intenta solucionar en el proyecto creando un parking público en un espacio vacante situado al oeste de la parcela, con buena conexión tanto con las zonas de baño como con las rutas de senderismo.

El proyecto, debido a su extenso programa, se distribuye en varios volúmenes reconocibles conectados entre si de diferentes formas, minimizando así el impacto visual que produciría un único bloque de un tamaño mucho mayor. La orientación principal de los edificios es paralela a la Calle Valencia.

La intención es que el proyecto tenga una buena conexión tanto con el paseo fluvial y la zona de baño, como con el pueblo, el lavadero y las rutas de senderismo que ascienden por la montaña. Dicha montaña, cuya vista desde el hotel es espectacular, se permite mediante huecos estratégicamente situados en los cerramientos, evitando que hayan vistas directas a las traseras de los bloques de viviendas de la Calle Valencia. De la misma manera, y colocando vegetación en los puntos necesarios, se evita la vista directa de las traseras del resto de bloques en las zonas desde las que se tienen vistas al pueblo y a la torre.

El acceso principal, al cual se accede por la paralela a la Calle Valencia que se forma atravesando el proyecto, tiene una posición central en el conjunto, y sirve como eje distribuidor a las distintas partes del programa. Las habitaciones (18 dobles + 2 suites), distribuidas en dos plantas, se encuentran en la zona oeste, que goza de una mayor tranquilidad e intimidad. El restaurante y el spa (situados uno sobre el otro), así como las salas de reuniones están en la zona este, más vinculada al pueblo.

Las cubiertas son planas en su mayoría. En todos los aspectos se ha intentado minimizar el impacto de los volúmenes, adecuando las dimensiones al entorno y utilizando materiales del lugar. La planta inferior (instalaciones) tendrá una fachada con un acabado similar a los bancales, reduciendo así la altura visual de esta.

El proyecto aprovecha los dos solares vacantes situados en la Calle Valencia. En el volumen que ocupa el solar más grande se encuentran la cafetería, el bar de copas y la sala de juegos, mientras que en el pequeño se encuentran los despachos, las salas de reuniones y la sala de conferencias.

La volumetría intenta ser lo más sencilla posible, dentro de las características del proyecto. Las orientaciones se adecúan a la trama del pueblo y a las vistas. El proyecto tiene un aspecto a la vez fraccionado y compacto, con la intención de ser lo más funcional posible y a la vez no causar un gran impacto en el paisaje. Se combinan las líneas rectas de la arqu