Resumen:
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La protección del patrimonio hortícola tradicional y la promoción de su conservación in
situ fomentando su cultivo entre agricultores, dependen de aumentar el grado de
conocimiento de la estructura y propiedades de las ...[+]
La protección del patrimonio hortícola tradicional y la promoción de su conservación in
situ fomentando su cultivo entre agricultores, dependen de aumentar el grado de
conocimiento de la estructura y propiedades de las poblaciones tradicionales. Así, la
tipificación varietal, que conduzca al registro de variedades de conservación, y la
identificación de un valor añadido en las características organolépticas y funcionales de
estos materiales, son dos elementos clave y necesarios para asegurar su protección. Por
otra parte, estas actividades contribuirán a consolidar mercados de calidad, satisfaciendo
las necesidades de los consumidores, y ofrecerán una alternativa de cultivo rentable a
agricultores en sistemas minifundistas.
Bajo este objetivo general, en el presente trabajo se han caracterizado
morfoagronómicamente 224 poblaciones tradicionales y obsoletas de tomate procedente o
relacionado con la Comunidad Valenciana, empleando 35 descriptores vegetativos de
inflorescencia y de fruto. También se han obtenido los perfiles de calidad organoléptica y
funcional de 177 de estas poblaciones. En este sentido, se han determinado mediante
electroforesis capilar y cromatografía líquida de alta resolución (HPLC) los contenidos en
ácido ascórbico, licopeno y ß-caroteno, compuestos antioxidantes relacionados con la
calidad nutritiva y funcional del tomate. A la vez, también se ha determinado el contenido
en sólidos solubles totales, en los azúcares fructosa y glucosa y en los ácidos orgánicos
cítrico, málico y glutámico, variables relacionadas con la calidad organoléptica del
tomate.
La caracterización morfológica ha permitido identificar que un alto porcentaje de las
poblaciones evaluadas son segregantes, poniendo de manifiesto la importancia que tienen
la mezcla de semillas y las polinizaciones cruzadas espontáneas en la configuración de las
variedades tradicionales de tomate. Por otra parte, la elevada variabilidad detectada en las
poblaciones no segregantes, tanto a nivel intra como interpoblacional, ha permitido
comprobar que, si bien en las variedades tradicionales se ha ejercido una fuerte presión de
selección en los pocos caracteres concretos que definen una variedad, el resto de
características son muy variables. Esta variabilidad probablemente está relacionada con la
elevada frecuencia de hibridación espontánea detectada en las poblaciones segregantes.
Este elevado grado de variabilidad dificulta la identificación de ideotipos únicos con
suficiente homogeneidad y estabilidad que permitan el registro de estos materiales como
Variedades de Conservación.
El mismo elevado grado de variabilidad se ha detectado en los componentes relacionados
con la calidad organoléptica y funcional. Hasta el punto que existe un nivel similar de
variación entre poblaciones segregantes y poblaciones no segregantes. Por otra parte, se ha constatado la importancia del microambiente en la definición de estos caracteres, ya
que hasta los híbridos control empleados, con elevada uniformidad genética, presentaron
un alto grado de variación intrapoblacional.
Entre los compuestos relacionados con la calidad organoléptica, aunque se observan
ciertas tendencias varietales, existe una enorme variación. De esta forma, es difícil seguir
generalizando la asociación de las variedades tradicionales en general con la elevada
calidad organoléptica. Probablemente, el cruce espontáneo entre distintas variedades y la
posterior selección por pocos caracteres morfológicos haya contribuido a la degeneración
de la calidad organoléptica. Por otra parte, existe un margen suficiente para seleccionar
poblaciones dentro de cada variedad poblacional con un nivel superior de compuestos
relacionados con la percepción del sabor. Lo mismo ocurre en el caso de la calidad
funcional, donde cabe destacar que es posible seleccionar poblaciones con hasta 3,5 veces
el contenido considerado habitual en las variedades comerciales de tomate de licopeno, o
entre 4 a 6 veces el contenido habitual de ß-caroteno.
La selección de los mejores materiales que aglutinen las características morfológicas más
típicas de la variedad, junto con los mayores contenidos en estos compuestos, contribuirán
a la valorización de estos materiales, consolidando su emergente mercado de calidad.
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