The heritage of the Modern Movement in the conformation of the city. The Casa Guzmán of Alejandro de la Sota

Abstract

[EN] The “Casa Guzmán” of Alejandro de la Sota, Master in the spanish Modern Architecture, has been recently demolished. From where are we coming and where are we heading in the building of our cities? This cultural catastrophe is a symptom of the way in which the new metropoli evolves, reckless, adrift… “Let the single family household be the test tube, the microscopic preparation of the great experiences”. The Casa Guzmán means the resolution of the constant worries about the habitat. There, Sota materialized topics such as the relation of human being with nature, the order and the freedom of movement, the space flexibility and many other toics which are translated and reflected in the architecture of greater scale, in the city itself. Where are we then the architects? We are the responsible ones of the becoming of our heritage, of keeping safe the great architecture and constant evolution of our city. The heritage of the modern movement becomes fragile in this speech. Let’s bet for it, for our culture. We should anticipate, as Le Corbusier in the safeguard of the Ville Savoie, with that productive attitude. The maintenance of our Heritage and therefore the increase in the value of urbes, begins with the formation. By now, a long distance of the path has been traveled by organism such as Docomomo o the Alejandro de la Sota Foundation, who spread and make accessible the architecture of the XX century. But there is still plenty of the way ahead. Let’s follow Sota’s advice: Protect the heritage not with ordinances, but with sensitivities. That is the only way”.

[ES] La Casa Guzmán de Alejandro de la Sota, Maestro de la Arquitectura Moderna española, ha sido recientemente demolida. ¿Hacia dónde nos dirigimos y de donde venimos en la conformación del nuestras ciudades? Esta catástrofe cultural es un síntoma del modo en que la metrópoli evoluciona, atolondrada, ¿a la deriva?. “Que la vivienda unifamiliar como tema sea el tubo de ensayo, la preparación microscópica de las grandes experiencias”. La casa Guzmán supone la resolución de constantes preocupaciones sobre el habitar. Allí, Sota materializó temas como la relación del hombre con la naturaleza, el orden y libertad de circulaciones, la flexibilidad espacial, y tantos otros temas que se traducen y reflejan en la arquitectura de mayor escala, en la propia ciudad. ¿Donde estamos pues los arquitectos? Somos los responsables del devenir de nuestro Patrimonio, de la salvaguarda de la buena arquitectura y de la evolución constante de nuestra ciudad. El Patrimonio del Movimiento Moderno se hace frágil en este discurso. Apostemos por el, por nuestra cultura. Anticipémonos, como Le Corbusier en la salvaguarda de la Villa Savoie, con actitud productiva. La conservación de nuestro Patrimonio y por tanto el incremento del valor de la urbe comienza por la formación. Ya es mucho el camino recorrido, por organismos como Docomomo o la Fundación Alejandro de la Sota, que difunden y hacen accesible la arquitectura del siglo XX. Pero todavía hay mucho camino por recorrer, sigamos el consejo de Sota: ”Proteger el patrimonio no con ordenanzas, sino con sensibilidades es el único camino”.