Resumen:
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[ES] La industria del curtido de pieles, a pesar de haber ido minimizando su impacto medioambiental a lo largo del tiempo, aún sigue siendo una industria poco respetuosa con el medio ambiente debido al uso de productos ...[+]
[ES] La industria del curtido de pieles, a pesar de haber ido minimizando su impacto medioambiental a lo largo del tiempo, aún sigue siendo una industria poco respetuosa con el medio ambiente debido al uso de productos químicos con alto grado de contaminación y perjudiciales para el ser humano, como es el caso del cromo, así como la gran cantidad de aguas residuales que se crean a lo largo de todo el proceso. Debido a que las pieles de los animales poseen unas dimensiones limitadas, surgió en el mercado el cuero sintético, el cual se puede producir en masa, y aunque posee un proceso de fabricación más limpio, se trata de un material cuyo sustrato principal, el PCV, es un polímero de origen petroquímico, el cual no es biodegradable, y en este caso particular tampoco se recicla. Dado los inconvenientes que poseen ambos materiales, actualmente existen alternativas más sostenibles, y que a la vez pueden llegar a tener las mismas propiedades que los cueros convencionales.
Siguiendo esa línea, en este proyecto se ha querido abordar la posibilidad de usar los residuos originados en el sector de la alimentación, ya que estos se generan en grandes cantidades y son residuos limpios, es decir, no poseen sustancias tóxicas, para la elaboración de un material que sirva de alternativa a los cueros convencionales. Para ello se han estudiado diferentes residuos con el objetivo de comprobar cuales podrían servir para la fabricación de dicho material. Estos deshechos han sido, por un lado, pieles de: sandía, melón, calabaza, patatas, zanahorias, aguacate, plátano, mandarinas, mango y caqui, y por otro lado, los residuos del molturado de la oliva y de bayas de aligustre, ambos generados tras la extracción de aceite. De este estudio se observó que los que mejores resultados daban eran los residuos de caqui y de mango, con ambos se elaboraron los materiales finales. Para ello, se trituraron los residuos hasta crear una pasta, la cual fue tamizada y extendida sobre una plancha, para poder introducirla posteriormente en un horno donde se deshidrata. Con este proceso se consiguen unas láminas flexibles cuyo aspecto es similar al cuero.
Al finalizar el proyecto se ha podido concluir que el material obtenido de las pieles de mango presenta posibilidades de ser una opción de cuero vegetal. A falta de una continuación del estudio y mejora del mismo, este material podría ser una alternativa más sostenible y respetuosa con el medio ambiente, tanto en su proceso de fabricación como al final de su ciclo de vida, debido a que este es biodegradable. A su vez sería otra forma de aportar valor a las grandes cantidades de residuos vegetales que se generan en el sector de la alimentación.
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[EN] Leather tanning industry, despite having minimized its environmental impact over time,
is still an industry that is not respectful of the environment due to the use of chemicals
with a high degree of contamination ...[+]
[EN] Leather tanning industry, despite having minimized its environmental impact over time,
is still an industry that is not respectful of the environment due to the use of chemicals
with a high degree of contamination and harmful to humans. , as chromium, as well as
the large amount of wastewater that is created throughout the process. Because animal
skins have limited dimensions, synthetic leather emerged on the market, which can be
mass-produced, and although it has a cleaner manufacturing process than leather, it is
a material whose main substrate, PCV, is a polymer of petrochemical origin, which is not
biodegradable, and in this particular case is not recycled either. Given the drawbacks of
both materials, there are currently more sustainable alternatives, and at the same time
they can have the same properties as conventional leathers.
Following this line, this project has sought the possibility of using waste originating from
food sector, since it is generated in large quantities and is clean waste, that is, it does
not have toxic substances, for the elaboration of a material that serves as an alternative
to conventional leathers. For this, different wastes have been studied in order to check
which ones could be used to manufacture said material. These wastes have been, on
the one hand, skins of: watermelon, melon, pumpkin, potatoes, carrots, avocado,
banana, tangerines, mango and persimmon, and on the other hand, the residues of the
grinding of olive and privet berries, both generated after oil extraction. From this study
it was observed that the best results were the persimmon and mango residues, with
both of which the final materials were made. For this, the residues were crushed to
create a paste, which was sieved and spread on a plate, to be able to later introduce it
into an oven where it was dehydrated. This process achieves flexible sheets whose
appearance is similar to leather.
At the end of the project, it has been possible to conclude that the material obtained
from mango skins presents possibilities of being a vegetable leather option. In the
absence of a continuation of the study and improvement thereof, this material could
be a more sustainable and environmentally friendly alternative, both in its
manufacturing process and at the end of its life cycle, since it is biodegradable. In turn,
it would be another way to add value to the large amounts of plant residues that are
generated in the food sector.
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