Resumen:
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[ES] El lugar, sí, define el contexto y arraiga el edificio. Pero también lo invisible en ese espacio: las costumbres, la memoria, los usos y hábitos de los ciudadanos. Incluso los anhelos. Lugar de gran identidad y orígenes ...[+]
[ES] El lugar, sí, define el contexto y arraiga el edificio. Pero también lo invisible en ese espacio: las costumbres, la memoria, los usos y hábitos de los ciudadanos. Incluso los anhelos. Lugar de gran identidad y orígenes propio que, con destacado carácter cerámico, no ha dejado en el olvido una marcada industria agraria, que pese a todas las dificultades a las que se somete, sobrevive, y es un claro ejemplo de lo que suscita la palabra resiliencia. De aquí nace la necesidad de avivar una actividad y un territorio que la obsolescencia y el olvido, lo han convertido en improductivo. Y existe un camino, que tiene que ver con la formación ligada a aspectos como la renovación, la innovación y la sostenibilidad.
La industria agraria y su población está en disminución y se ve abocada a un envejecimiento continuado. A esto se añade su reducida capacidad de comercialización, la poca mecanización y un capital humano, en su mayoría, sin formación. Otro factor fundamental es el déficit en la estructura hídrica (acequias) que genera un incremento en los costes de producción. En conclusión, se necesita empujar a la población agrícola a reactivar sus huertas y a revalorizar su profesión aumentando su cualificación, fundamental para favorecer el desarrollo sostenible. Se busca un lugar activo, abierto y dinámico, junto a la huerta donde llevar a cabo una formación continua, con talleres prácticos y lugares de encuentro, donde poder reunirse aquellos a los que les preocupa el futuro del sector.
En definitiva, se busca un centro para fortalecer y potenciar el sector de la agroalimentación, un espacio para la formación, pero también para el diálogo entre aquellos que, de una manera o de otra, forman parte o sienten interés por el mundo de la agroalimentación.
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