Quirino Cristiani. El animador que se llevó el fuego

Abstract

Quirino Cristiani (Italia 1896-Argentina 1984) empezó a trabajar en 1916 con un productor de cine, Federico Valle, realizando caricaturas de la actualidad política para un noticiero, lo que le llevó a realizar las primeras películas de animación de Argentina, utilizando la técnica de los recortables. Siendo un total autodidacta, realizó el primer largometraje de animación del mundo: El apóstol (1917). También realizó los largometrajes Sin dejar rastros (1918) y Peludópolis (1929), el primer largometraje de animación con sonido sincronizado. La mayoría de las animaciones de Cristiani eran sátiras de la actualidad política. Reivindicar a Cristiani ha sido para los historiadores argentinos una labor difícil, dado que no ha sobrevivido ninguna copia de sus largometrajes: las copias de películas solían reciclarse para fundir objetos de uso con ellas; por añadidura, dos incendios, uno en 1957, y otro en 1961, terminaron por borrar toda huella de su trabajo como animador, perdiéndose dibujos, equipamientos, copias y negativos. Su única película superviviente es El mono relojero (1938). Bibliografía DISCOVERY CHANNEL (1993), Ideas e inventos: Quirino Cristiani (https://www.youtube.com/watch?v=pMIPwDFJ3mg&ab_channel=JorgeAlbertoSurracoBabino). ENCINAS, Adrián (2017), Animando lo imposible. Los orígenes de la animación stop-motion (1899-1945) LERMAN, Gabriel (2017), "Quirino Cristiani, pionero de la animación", en Golden Globe Awards (https://www.goldenglobes.com/articles/quirino-cristiani-pionero-de-la-animacion). MINISTERIO DE CULTURA ARGENTINA (s/f), "Día Nacional de la Animación Argentina" (https://www.cultura.gob.ar/dia-nacional-de-la-animacion-argentina-9724/). SURRACO, Jorge (1983), Entrevista a Quirino Cristiani (https://www.youtube.com/watch?v=x5Yks1ec9O8&ab_channel=JorgeAlbertoSurracoBabino).