Resumen:
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[EN] Every piece of architecture always aspires to
become a monument, if only for the intentionality of meaning,
witness and duration that becomes suggestive and evident
through the etymological interpretation of the ...[+]
[EN] Every piece of architecture always aspires to
become a monument, if only for the intentionality of meaning,
witness and duration that becomes suggestive and evident
through the etymological interpretation of the Latin verbs
memini, moneo, maneo: every construction, in fact, it recalls
the sense of its necessity and essence; it admonishes by
arousing respect with the force of the image and the meaning
it conveys; it remains durable and, ideally, eternal. There are,
then, the architectures specially built to remember in which
the utilitas transcends the usual considerations of functional
type and sublimates itself in the manifestation of the memory,
while the fi rmitas conserves and maintains them over time,
venustas consecrates its memory through the power of form.
The architecture of the monument thus becomes an image of
itself, which in the past developed an aesthetic intentionality
through contemplation, while today it pursues emotional
narratives generated by spatial involvement. In these
architectures the exposed concrete has replaced the most
traditional and classic materials (natural stone or marble) and
has been privileged to determine the structural and expressive
value, to give the building a signifi cant iconicity and express
the sense of time that lasts. The reading of a selection of
realizations and the interpretation of the material choice intend
to delineate a poetic of the concrete as a material for memory.
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[ES] La arquitectura siempre aspira a convertirse en monumento, aunque sea por las intencionalidades de significado, testimonio y duración; la comprensión de la arquitectura como monumento se vuelve más sugestiva a través ...[+]
[ES] La arquitectura siempre aspira a convertirse en monumento, aunque sea por las intencionalidades de significado, testimonio y duración; la comprensión de la arquitectura como monumento se vuelve más sugestiva a través de la interpretación etimológica del término que está ligado a los verbos latinos memini, moneo, maneo: en efecto, “recuerda” el sentido de su existencia y de su esencia; “amonesta” suscitando respeto con la fuerza de la imagen y del significado que transmite; “permanece” duradero e idealmente eterno. Hay, a continuación, las arquitecturas construidas especialmente para recordar en el cual la utilitas trasciende las usuales consideraciones de tipo funcional y se sublima en la necesidad del recuerdo, mientras que quedan la firmitas (que las conserva y las mantiene en el tiempo) y la venustas que consagra el recuerdo a través del poder de la forma. La arquitectura del monumento se convierte así en imagen de sí misma que en el pasado desarrollaba una intencionalidad estética a través de la contemplabilidad, hoy a través de narraciones emocionales generadas por la implicación espacial. En la arquitectura de la memoria el hormigón visto (sustituyéndose a la piedra natural y al mármol) con su técnica se ha convertido en un material privilegiado para determinar tanto el valor estructural como el expresivo; de ser capaz, por lo tanto, dar a la construcción una significativa iconicidad y poseer (además de comunicar) el sentido del tiempo que dura.
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