Resumen:
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[EN] Music and painting, a priori, are two different arts that respond to different sensory systems: hearing and sight. Although they may have elements in common, both disciplines can be limited from the parameters of art ...[+]
[EN] Music and painting, a priori, are two different arts that respond to different sensory systems: hearing and sight. Although they may have elements in common, both disciplines can be limited from the parameters of art and as such, they have a sender, a message (or work of art) and a receiver (spectator or listener). These two artistic subjects handle different elements that define them, such as sound and color, although there are other parameters whose nomenclature they share and between which there is a certain similarity, such as: shape, color, noise, harmony, the melody, the texture, the symphony, the scale, among others. From the consideration that art broke with its own limits more than a century ago, a difference between the two disciplines is that music is temporary, developing in a space of time between sounds and silences, and scores have a directionality similar to reading a text. However, the painting is presented in two-dimensional space without any performative activity or viewing duration. Despite being different disciplines, there are links that make them indebted to each other and in both directions. For example, there is music that is born from the contemplation of a painting, as well as the work composed by Modest Mussorgsky, in which he creates classical music with the title Pictures of an exhibition, in the same way that there are pictorial works inspired by concerts such as example Impression III by V. Kandinsky dated 1911.
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[ES] La música y la pintura, a priori, son dos artes distintas que responden a diferentes sistemas sensoriales: el oído y la vista. Aunque pueden tener elementos en común, ambas disciplinas se pueden acotar desde los ...[+]
[ES] La música y la pintura, a priori, son dos artes distintas que responden a diferentes sistemas sensoriales: el oído y la vista. Aunque pueden tener elementos en común, ambas disciplinas se pueden acotar desde los parámetros del arte y como tal, poseen un emisor, un mensaje (u obra de arte) y un receptor (espectador u oyente). Estas dos materias artísticas manejan distintos elementos que las definen, como el sonido y el color, aunque hay otros parámetros cuya nomenclatura comparten y entre los que existe cierta similitud, como, por ejemplo: la forma, el color, el ruido, la armonía, la melodía, la textura, la sinfonía, la escala, entre otros. Desde la consideración de que el arte rompió con sus propios límites hace ya más de un siglo, una diferencia entre ambas disciplinas es que la música es temporal, desarrollándose en un espacio de tiempo entre sonidos y silencios, y las partituras tienen una direccionalidad similar a la lectura de un texto. Sin embargo, la pintura se presenta en el espacio bidimensional sin que haya actividad performativa ni exista duración de visualización. A pesar de tratarse de disciplinas diferentes, hay vínculos que las hacen deudoras entre sí y en ambas direcciones. Por ejemplo, hay música que nace de la contemplación de una pintura, como así la obra compuesta por Modest Mussorgsky, en la que crea música clásica con el título Cuadros de una exposición, de la misma forma que hay obras pictóricas inspiradas en conciertos como por ejemplo Impresión III de V. Kandinsky fechada en 1911.
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