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dc.contributor.advisor | Fernández-Vivancos González, Enrique | es_ES |
dc.contributor.author | Bosch Villar, Carme | es_ES |
dc.coverage.spatial | east=-0.11922248590715778; north=38.912208949507885; name=Passeig dels Rajolars, 31, 46780 Oliva, Valencia, Espanya | es_ES |
dc.date.accessioned | 2023-11-13T12:23:41Z | |
dc.date.available | 2023-11-13T12:23:41Z | |
dc.date.created | 2023-09-27 | |
dc.date.issued | 2023-11-13 | es_ES |
dc.identifier.uri | http://hdl.handle.net/10251/199558 | |
dc.description.abstract | [ES] En un período autárquico de crisis económica casi permanente, que conllevó un grave deterioro de las condiciones de vida de los ciudadanos, los vecinos de Oliva se valieron de los recursos más inmediatos que ofrece la tierra ¿esto es, la misma tierra de las minas, cocida¿ para levantar una industria basada en la producción de ladrillo que les permitió proyectar unas mejores condiciones de vida e incluso motivó el desplazamiento de familias enteras desde diferentes puntos de España. En esta época y circunstancias, la interpretación de la palabra resiliencia dio lugar a la creación de Els Rajolars, así como su consecuente asentamiento colonial en los barrios aledaños a la zona: el de Sant Francesc y el de La Carrasca. Ahora bien, hoy en día esta misma palabra no tiene iguales connotaciones, pues en las circunstancias en las que vivimos, la magnitud y el tamaño de los impactos y desequilibrios que generamos nos obligan a concebir unas reglas del juego que abracen la totalidad de las variables: la resiliencia del presente pasa inevitablemente por la ecología; una condición, perfectamente asumible por el territorio de Oliva. Y es que teniendo en cuenta las condiciones excepcionales de su paisaje y clima (concretamente en Els Rajolars y antiguamente, Els Sequers), así como la pervivencia de la actividad agrícola como sector económico de peso, no parece descabellado seguir apostando una vez más por los recursos que nos brinda la tierra ¿esta vez, de manera circular y renovable¿ y plantear una cadena de actividades productivas y culturales relacionadas con el sector agroalimentario. Por todo ello, un complejo culinario como Els Sequers se proyecta para establecer relaciones de simbiosis entre los demás proyectos pensados para el lugar: que la innovación impregne la agricultura, que la cultura construya la interacción social a partir de la memoria colectiva; y que finalmente, como fruto de la elaboración de cada eslabón de esta cadena, se pueda disfrutar de un producto que sería por naturaleza sostenible y respetuoso con su entorno. Una Escuela de Cocina en Oliva significaría la semilla de muchos cambios encadenados, que revertirían en la transformación de la ciudad hacia un lugar más inclusivo y con una mixtura social y cultural consolidada ¿cuestión fundamental para desarrollar una sólida capacidad de respuesta a impactos de distinta naturaleza e incrementar su resiliencia¿. Generaría diferentes tipos de flujos de actividad: el vaivén cotidiano de los estudiantes y profesores, así como de aquellos vecinos que pudieran beneficiarse de sus elaboraciones a precios asequibles, una cocina del día a día; pero también otra especie de ciclos: seminarios de gastronomía y alimentación que congregaran especialistas de la materia, nacionales e internacionales, garantizando un amalgama social y cultural. Y es que pocas expresiones de la cotidianeidad encontramos en el comportamiento humano que nos hablen más de una cultura a partir de una forma tan primaria y ligada a la vida como es la comida. El elemento civilizatorio de la cocina es el primer proceso transformador de la naturaleza y corresponde con una determinada visión del mundo, contribuyendo a dar sentido al ser humano, en relación con su paisaje y con la continuidad global de la historia. La cultura, por importante que sea como elemento de desarrollo, no puede quedar relegada a una función subsidiaria de simple promotora del crecimiento económico: el papel de esta no debería reducirse a ser un medio para alcanzar fines, sino constituir la base social de los fines mismos. En definitiva, se trata de cultivar la integración social en la zona a partir de la recuperación del patrimonio tangible e intangible. El patrimonio arquitectónico ¿como materialización de la identidad y la memoria colectiva del lugar¿ y la gastronomía ¿como actividad cotidiana que genera bienestar y mixtura social aglutinando distintas identidades, generaciones y contextos¿ tienen mucho que aportar en el cambi | es_ES |
dc.description.abstract | [EN] In a period of almost permanent economic crisis, which led to a serious deterioration in the living conditions of the citizens, the inhabitants of Oliva used the most immediate resources offered by the land to build an industry based on the production of bricks that allowed them to project better living conditions and even motivated the displacement of entire families from different points of Spain. At this time and in these circumstances, the interpretation of the word resilience gave rise to the creation of Els Rajolars, as well as its consequent colonial settlement in the neighbourhoods surrounding the area: Sant Francesc and La Carrasca. However, today this same word does not have the same connotations, because in the circumstances in which we live, the magnitude and size of the impacts and imbalances that we generate force us to conceive rules of the game that embrace all the variables: the resilience of the present inevitably passes through ecology; a condition that is perfectly acceptable to the territory of Oliva. Given the exceptional conditions of its landscape and climate (specifically in Els Rajolars and formerly Els Sequers), as well as the survival of agricultural activity as a major economic sector, it does not seem unreasonable to continue betting once again on the resources provided by the land - this time, in a circular and renewable way - and to propose a chain of productive and cultural activities related to the agri-food sector. For all these reasons, a culinary complex such as Els Sequers is designed to establish symbiosis relations between the other projects designed for the same place: that innovation permeates agriculture, that culture builds social interaction from collective memory; and finally, that as a result of the elaboration of each slavon in this chain, it is possible to enjoy a product that would be by nature sustainable and respectful of its environment. A Cookery School in Oliva would mean the seed of many changes in the chain, which would revert in the transformation of the city towards a more inclusive place with a consolidated social and cultural mix -a fundamental issue to develop a solid capacity of response to impacts of different nature and increase its resilience. It would generate different types of flows of activity: the daily swaying of students and teachers, as well as of those residents who could benefit from their preparations at affordable prices; but also another kind of cycle: seminars on gastronomy and food that would bring together specialists in the field, both national and international, guaranteeing a social and cultural amalgamation. Few expressions of everyday life can be found in human behaviour that tell us more about a culture that is so primary and linked to life than food. The civilizing element of cooking is the first process of transformation of nature and has to do to a certain vision of the world, contributing to give meaning to the human being, in relation to its landscape and the global continuity of history. Culture, as important as it is as an element of development, cannot be relegated to a subsidiary function as a simple promoter of economic growth: its role should not be reduced to that of a means to an end, but should constitute the social basis of the ends themselves. In short, it is a question of cultivating social integration in the area through the recovery of tangible and intangible heritage. Architectural heritage - as the materialization of the identity and collective memory of the place - and gastronomy - as a daily activity that generates well-being and social mix by bringing together different identities, generations and contexts - have much to contribute to the change of paradigm to which we aspire. | es_ES |
dc.format.extent | 553 | es_ES |
dc.language | Español | es_ES |
dc.publisher | Universitat Politècnica de València | es_ES |
dc.rights | Reserva de todos los derechos | es_ES |
dc.subject | Oliva | es_ES |
dc.subject | Els Sequers | es_ES |
dc.subject | Escuela | es_ES |
dc.subject | Cocina | es_ES |
dc.subject | Mediterránea | es_ES |
dc.subject | Els Rajolars | es_ES |
dc.subject | Gastronomía | es_ES |
dc.subject | School | es_ES |
dc.subject | Cookery | es_ES |
dc.subject | Mediterranean | es_ES |
dc.subject | Gastronomy | es_ES |
dc.subject.classification | PROYECTOS ARQUITECTONICOS | es_ES |
dc.subject.other | Máster Universitario en Arquitectura-Màster Universitari en Arquitectura | es_ES |
dc.title | Els Sequers. Escuela de cocina mediterránea en Els Rajolars d Oliva | es_ES |
dc.title.alternative | Els Sequers. Mediterranean cookery school in Els Rajolars d Oliva | es_ES |
dc.title.alternative | Els Sequers. Escola de cuina mediterrània a Els Rajolars d Oliva | es_ES |
dc.type | Tesis de máster | es_ES |
dc.rights.accessRights | Cerrado | es_ES |
dc.contributor.affiliation | Universitat Politècnica de València. Departamento de Proyectos Arquitectónicos - Departament de Projectes Arquitectònics | es_ES |
dc.contributor.affiliation | Universitat Politècnica de València. Escuela Técnica Superior de Arquitectura - Escola Tècnica Superior d'Arquitectura | es_ES |
dc.description.bibliographicCitation | Bosch Villar, C. (2023). Els Sequers. Escuela de cocina mediterránea en Els Rajolars d Oliva. Universitat Politècnica de València. http://hdl.handle.net/10251/199558 | es_ES |
dc.description.accrualMethod | TFGM | es_ES |
dc.relation.pasarela | TFGM\133502 | es_ES |