Resumen:
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[ES] El culto a la Vera Cruz de Caravaca, ha motivado la acumulación de una serie de bienes, fruto de las múltiples donaciones que ha recibido a lo largo de su historia. Algunos de ellos se han perdido en el tiempo, pero ...[+]
[ES] El culto a la Vera Cruz de Caravaca, ha motivado la acumulación de una serie de bienes, fruto de las múltiples donaciones que ha recibido a lo largo de su historia. Algunos de ellos se han perdido en el tiempo, pero la mayoría han permanecido superando las modas y desamortizaciones llevadas a cabo en el s. XIX. La conciencia humana por su conservación, de la mano de las tres instituciones de las que depende: Iglesia, Cofradía y Ayuntamiento, ha tenido un papel decisivo, aunque sus interrelaciones no siempre han sido ideales. Todos estos factores tuvieron como fruto la creación de un museo que constituyó la puesta en valor de dichas obras y su Real Alcázar Santuario, favorecida por los diversos procesos de restauración que se han llevado a cabo. No se debe perder de vista el impulso que supuso su declaración como Monumento Nacional o la concesión del título de ¿Ciudad Santa¿ a Caravaca, que convirtió el Santuario en un centro de peregrinación de gran importancia. La evolución de este museo ha dejado atrás ocho etapas que han dado lugar a varios proyectos e ideas de musealización, en algunos casos novedosas y positivas, aunque perseguidas por un factor común: sus condiciones ambientales complejas. Las múltiples intervenciones arquitectónicas, que se han llevado a cabo para adecuar los espacios sin modificar estos factores, necesarios para la conservación preventiva, en ocasiones han provocado situaciones controvertidas y estas, a su vez, daños en las obras. Partiendo de que no siempre se han tenido los medios y conocimientos adecuados, este trabajo pretende poner de manifiesto la importancia del conservador-restaurador y propone la creación de un Plan Director que regule todas estas actuaciones en favor del conjunto patrimonial
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