Abstract:
|
[EN] Among the main Spanish commercially available trademarks, we have selected
a total of 25 samples of corn-based foods, which have the highest consume
rate, to carry out the analysis of deoxynivalenol (DON), T-2 toxin, ...[+]
[EN] Among the main Spanish commercially available trademarks, we have selected
a total of 25 samples of corn-based foods, which have the highest consume
rate, to carry out the analysis of deoxynivalenol (DON), T-2 toxin, zearalenone
(ZEA) and zearalenols (ZOL). The contents of mycotoxins were determined by
gas chromatography with flame ionization detection, and those of ZEA were
confirmed by HPLC with fluorescence detection. Of the 25 analyzed samples,
the incidence of DON, ZEA and -ZOL was 68, 44 and 24%, respectively;
levels detected ranged from 29-195, 34-216, and 36-71 µg/kg, respectively.
T-2 toxin was only detected in one sample (< 50 µg/kg). ß-ZOL was not
present in excess of the detection limit in the investigated samples.
The results suggest a risk for consumers of corn products and the need to
monitor the final products before consumption. This is the first report in Spain
on natural contamination with these mycotoxins in corn-based foods.
[-]
[ES] Se han seleccionado 25 muestras de alimentos derivados de maíz entre las
principales marcas y las de mayor consumo del mercado español.
Éstas se han analizado para detectar la presencia natural de deoxinivalenol
(DON), ...[+]
[ES] Se han seleccionado 25 muestras de alimentos derivados de maíz entre las
principales marcas y las de mayor consumo del mercado español.
Éstas se han analizado para detectar la presencia natural de deoxinivalenol
(DON), toxina T-2, zearalenona (ZEA) y - y ß-zearalenoles (ZOL). Los
contenidos de micotoxinas se han determinado por cromatografía de gases
con detector de ionización de llama, confirmando la presencia de zearalenona
por cromatografía líquida de alta resolución con detector de fluorescencia.
La incidencia de DON, ZEA y -ZOL en las 25 muestras fue del 68, 44 y 24%,
respectivamente; los niveles detectados variaron entre 29-195, 34-216,
y 36-71 µg/kg, respectivamente. La toxina T-2 sólo se detectó en una de las
muestras (< 50 µg/kg). Por último la micotoxina ß-ZOL no fue detectada por
encima del límite de detección en ninguna de las muestras analizadas.
La presencia de micotoxinas en este tipo de productos supone un riesgo para
la salud de los consumidores e indica la necesidad de controlar estos
productos finales antes de ser consumidos. Este trabajo constituye el primer
estudio sobre la presencia natural de estas micotoxinas en alimentos
derivados de maíz presentes en el mercado español.
[-]
|