Resumen:
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[ES] Uno de los aspectos de la actual crisis de las democracias se revela en la dimensión de lo cotidiano e interesa las formas de la convivencia.Esta contribución propone el análisis de una serie de auto-narraciones en ...[+]
[ES] Uno de los aspectos de la actual crisis de las democracias se revela en la dimensión de lo cotidiano e interesa las formas de la convivencia.Esta contribución propone el análisis de una serie de auto-narraciones en las cuales se evidencian procesos de concientización y prácticas que cuestionan la noción y el uso de la propiedad privada.Entendida como fundamento de la construcción identitaria individualista y conservadora propia del capitalismo, de la modernidad y del colonialismo, la propiedad privada (Engels, 1970) es un elemento que se presenta continuamente en las elecciones y en los posicionamientos que asumimos cada día.En una visión interseccional, la crítica feminista hacia las estructuras patriarcales de transmisión de los patrimonios se cruza con las prácticas y los valores de intercambio de personas en diáspora pertenecientes a culturas no occidentales, generando alianzas transversales anticapitalistas y antirracistas (Iveković, 2015).Lo que se define por crisis de la democracia conlleva en el profundo la oportunidad de cuestionar la propiedad privada, un pilar fundamental de las democracias occidentales considerado en peligro por las olas migratorias. Los medios de comunicación articulan imaginarios que se basan, desde la modernidad hasta el cotidiano actual popular, en la idea de que el extranjero quita lo que es tuyo, roba trabajo, mujeres, jubilación, en fin, el futuro.El encuentro con personas diaspóricas propone al feminismo contemporáneo la urgencia de repensar el individualismo y la soledad.. A raíz de lo vivido en keurgumak-casa grande (ideadestroyingmuros, 2015), en esta aportación destacaremos experiencias activas de formas de convivencia comunitaria implicadas en repensar las relaciones que vinculan la propiedad privada con los espacios, los idiomas, los y las niñas, la naturaleza, la comida, las economías y la transmisión de la herencia.Son narraciones de prácticas de vida postcapitalista que ponen en el centro la interdependencia y salen del binarismo entre propiedad privada y comunismo proponiendo la vivencia comunitaria de la propiedad privada en cuanto alternativa posexótica (Alga, 2018).
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[EN] One of the topics the current crisis of the democracies has addressed is revealed in the dimension of
everyday life and the interest in understanding ways of living together.
This contribution posits the analysis ...[+]
[EN] One of the topics the current crisis of the democracies has addressed is revealed in the dimension of
everyday life and the interest in understanding ways of living together.
This contribution posits the analysis of self-narratives in which awareness processes and practices that
question the notion and use of private property are evidenced.
Understood as the basis of the conservative and individualistic identity construction of capitalism,
modernity and colonialism, the private property (Engels, 1970) is an element experienced every day.
In an intersectional view, the feminist criticism of the patriarchal structures of heritage transmission
intersects with the practices and value exchange of non-Western people in diaspora, generating crosssectional anti-capitalist and anti-racist alliances (Iveković, 2015).
As a result of what has been lived in keurgumak-casa grande (ideadestroyingmuros, 2015), in this
contribution we will highlight experiences of community living involved in rethinking the relationships that
connect private property with spaces, children, nature, economies and the transmission of inheritance.
They are narratives of post-capitalist life practices that puts interdependence at the center and evade from
binarism between private property and communism proposing the community experience of private
property as a post-exotic alternative (Alga, 2018).
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