Resumen:
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[ES] Actualmente la crisis económica se aferra especialmente a la Unión Europea. La economía del
viejo continente sigue sin despegar y el consumo interior sigue bajando, contrayendo la masa
de compradores que pueden ...[+]
[ES] Actualmente la crisis económica se aferra especialmente a la Unión Europea. La economía del
viejo continente sigue sin despegar y el consumo interior sigue bajando, contrayendo la masa
de compradores que pueden acceder a un automóvil.Además, la compra de vehículo representa una gran inversión para los hogares y la caída de la
economía, con el consiguiente aumento del desempleo y la incerteza en cuanto al futuro más
inmediato, provoca una caída de las ventas de automóviles. En Europa hay un número importante de empresas fabricantes de automóviles que sufren de
una gran dependencia del mercado europeo y que están pasando por graves problemas para
mantenerse vivas y no extinguirse o cambiar de manos. Especialmente aquellas marcas que no
pertenecen a ningún gran consorcio empresarial pero que requieren de un gran volumen de
producción para que sean viables y que ahora sufren de sobrecapacidad productiva. Varias
marcas europeas han acabado en manos de empresas provenientes de países en vías de
desarrollo como China e India ante la imposibilidad de cubrir las pérdidas y no haber empresas
occidentales dispuestas a invertir lo suficiente en ellas.Además, a pesar de la crisis, se está produciendo un cambio importante en el sector ya que
cada vez está más presente el fin del petróleo. Este hecho se podría haber estado traduciendo
en el aumento del precio del barril de petróleo. Ante este problema, las empresas
automovilísticas han ido en busca de alternativas viables al motor de combustión interna de
gasolina y diésel. Por una parte existen otros carburantes, también de origen fósil, en el
mercado, como es el gas licuado del petróleo y el gas natural que se están empezando a
implantar en los vehículos. Pero estos carburantes son finitos y se está buscando alternativas.
Una de ellas es el hidrógeno, pero que todavía su obtención es energéticamente ineficiente y
el transporte peligroso, y la otra es la electricidad, tecnología que encuentra un cuello de
botella en el almacenamiento pero que también se está usando en motores de apoyo a los de
combustión para reducir el consumo.En este contexto se encuentra la empresa SEAT, perteneciente al consorcio alemán de
Volkswagen. SEAT lleva obteniendo resultados negativos durante años e inició hace
relativamente poco un proceso de expansión a mercados en crecimiento y otros todavía no
explotados. Por una parte SEAT disfruta del hecho de formar parte de uno de los tres mayores
fabricantes a nivel mundial lo que le permite no depender exclusivamente de sus ventas para
sobrevivir, pero por otra parte su imagen de marca no es del todo satisfactoria y su
posicionamiento, ni en el mercado, ni dentro del consorcio está claramente definido.
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