Resumen:
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[ES] En la actualidad es complicado concebir nuestra vida sin la energía. Una de nuestras
dependencias energéticas más fuertes y cuya demanda es altamente inelástica es la
relacionada con productos derivados del petróleo. ...[+]
[ES] En la actualidad es complicado concebir nuestra vida sin la energía. Una de nuestras
dependencias energéticas más fuertes y cuya demanda es altamente inelástica es la
relacionada con productos derivados del petróleo. Prueba de ello es que el precio del
petróleo ha aumentado en los últimos años a una velocidad vertiginosa, aunque por otra
parte se han estabilizado a lo largo de 2013-2014, debido sobre todo a la creciente demanda
de diversos países emergentes, como China e India, y a la no disminución en el consumo de
los países que tradicionalmente han sido sus consumidores.
Es por ello que muchos clientes potenciales de su derivado más importante, los
hidrocarburos, opten por demandar el producto en establecimientos que proporcionen
precios más competitivos. En este punto se hace necesaria la reformulación del concepto
actual de gasolinera hacia una alternativa cuyos costes sean inferiores, de forma que se
puedan ofertar carburante a precios más atractivos, y que no sean dependientes de un único
proveedor que pueda acabar imponiendo los precios.
Como alternativa han irrumpido las unidades de suministro, como estaciones de
servicio desasistidas que, gracias a sus bajos costes fijos y a la no dependencia de un único
proveedor, pueden ofertar precios más competitivos sin repercutir en una disminución de la
calidad de los carburantes.
El objetivo es dar oferta a esa demanda latente que busca el precio más ajustado
posible en gasolina sin plomo 95 y gasóleo. Por todo, en la actualidad han comenzado a
proliferar lo que se conocen como unidades de suministro. Dichas estaciones, que no dejan
de ser gasolineras de autoservicio sin abanderamiento, rebajan sustancialmente el precio del
carburante. El concepto no entraña una dificultad notable y el cliente, por medio de
únicamente una tarjeta bancaria, es capaz de repostar a precios más ajustados que los
ofertados en las gasolineras tradicionales.
El ahorro de costes en este tipo de suministradoras se produce vía personal (no hay
necesidad de que la unidad de suministro esté asistida), en la cantidad de terreno necesario
para la ubicación de la unidad de suministro (inferior al necesario en gasolineras
tradicionales) y a la libre elección del proveedor del carburante en cada carga.
El resultado es inmediato, se oferta carburante a precios inferiores al de las
gasolineras tradicionales, y la diferencia con respecto a ellas puede rondar los 0,07-0,10
euros/litro, cuyo margen es suficiente para llamar la atención del cliente final.
El lugar escogido para la ubicación del proyecto es una parcela situada en la avenida
de los Reyes Católicos, en el término municipal de Alfafar. La motivación del lugar
escogido reside en el flujo de vehículos que circula por la zona y la falta de competencia de
unidades de suministro en la zona, y en especial en la V-31.
Se ha realizado un estudio sobre la densidad de tráfico potencial de vehículos en la
zona, el porcentaje de coches que reposta y la media de consumo. Para esto se han tenido
en cuenta datos recogidos in situ, así como de las distintas administraciones, Diputación de
Valencia, Ministerio de Fomento y Ministerio de Industria, relativos a consumos de
combustibles y densidad de tráfico entre otros, que se detallan más adelante.
Con todo ello, y analizando mediante modelos la situación del entorno y la posición
estratégica de la empresa, se procederá al estudio económico-financiero a partir de los datos
recogidos en el estudio de mercado. Dada la incertidumbre existente a la hora de prever las
situaciones futuras se plantearán dos posibles escenarios, uno optimista y otro pesimista,
por lo que se analizará la viabilidad económica de ambas, para conocer hasta qué punto es
interesante implantar la unidad de suministro.
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