Resumen:
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[ES] 1- Introducción y Objetivos
En el cultivo protegido de la fresa está muy extendido el control de los parámetros climáticos y de humedad del suelo. Sin embargo, los sistemas para el control de la nutrición han tenido ...[+]
[ES] 1- Introducción y Objetivos
En el cultivo protegido de la fresa está muy extendido el control de los parámetros climáticos y de humedad del suelo. Sin embargo, los sistemas para el control de la nutrición han tenido menor grado de desarrollo. La fresa, en gran parte de la provincia de Huelva, se cultiva en suelos arenosos, con escaso poder de retención de agua y nutrientes, y con agua de riego que tampoco aporta nutrientes. Se riega con alta frecuencia y, en cierto modo, se puede considerar como un cultivo hidropónico en suelo. Por todo ello, la tendencia en la zona es abonar por concentración de nutrientes equilibrados en el agua de riego.
En colaboración con el IFAPA, que realiza estudios sobre las necesidades de riego del cultivo, Gat Fertiliquidos, empresa fabricante de fertilizantes líquidos, estudia su fertilización, para poder ayudar a los agricultores a fertirrigar de forma más eficiente.
Al comenzar los ensayos sobre riego se planteaba la duda de, si al bajar el volumen de agua de riego al cultivo manteniendo las concentraciones de fertilizantes que actualmente aplican, al recibir éste menos agua y menos fertilizante, se produciría un déficit de fertilizante, lo que obligaría a aumentar la concentración del mismo en el agua de riego.
Los objetivos de este trabajo fueron: 1) Determinar si cantidades de riego y abono menores a las normalmente usadas afectan a su absorción. 2) Relacionar la eficiencia del abonado con la eficiencia del agua de riego.
2- Materiales y Métodos
Los trabajos se realizaron en una parcela comercial del T.M. de Almonte, en un suelo arenoso, sobre un cultivo de fresón (Fragaria x ananassa) de la variedad Antilla durante la campaña 2013/14. Se realizó un ensayo con cuatro tratamientos con diferentes volúmenes de riego aplicado. Los tres primeros tratamientos (T1, T2, y T3) recibieron volúmenes similares de riego, con el objetivo de cubrir las necesidades de agua del cultivo. La diferencia entre ellos estuvo en el caudal de la cinta de riego usada, cintas de 2.5 3.8 y 5 l h-1 m-1 para T1, T2 y T3, respectivamente. T4 recibió el volumen de riego de la finca. Todos se regaron con la misma concentración de nutrientes (CE).
Se realizó un seguimiento analítico mensual desde noviembre hasta mayo en el que se analizaron CE, pH, bicarbonatos y macronutrientes. Se midió la solución fertilizante real (SFR) que aportaba el sistema de riego, la solución del suelo (SS) a 15 cm de profundidad usando sondas de succión y la solución de drenaje o lixiviado (SD) procedente de lisímetros de drenaje.
Con estos datos analíticos se determinó en cada tratamiento el contenido de fertilizante aportado, lo que la planta tenía a su disposición y lo que no había tomado, expresados en mS/cm y mmol/l. Se usaron las relaciones SS/SFR y SD/SFR de cada ion, estimando la acumulación de Cl- y de Na+, y la reconcentración de NO3- respecto al Cl- y K/Na. Para relacionar la eficiencia en el uso del abonado con la eficiencia del agua de riego se convirtieron los nutrientes analizados de mmol/l a Unidades Fertilizantes, y se comparó entrada respecto a salida de nutrientes y su aprovechamiento por la planta (% de cada volumen de solución). Por último, se recogieron muestras vegetales tomando hojas adultas representativas de cada tratamiento. Se analizaron todos los macro y microelementos.
3- Resultados
Los promedios de CE de la relación SS/SFR de las muestras fueron de 3,52 mS/cm (T1), 1,51 (T2), 2,52 (T3), y 4,71 mS/cm (T4), con una desviación media de 1,37. Presentó mayor aprovechamiento de nutrientes el T2 y mayor perdida por drenaje el T4. En la relación SD/SFR el promedio fue de 1,19 (T1), 1,16 (T2), 0,93 (T3), y 1,14 (T4), con una desviación media de 0,12. Presentaron mayor aprovechamiento de nutrientes el T3 y mayor perdida por drenaje el T1 y el T4 en NO3–, PO4H2– y K+. No se produjeron acumulación de Cl- ni de Na+ en ningún tratamiento.
Respecto a la relación eficacia abono/eficacia riego ofrecieron valores mayores de eficiencia el T3 (88%), seguidos de T2 (76%), y T1 (75%). Estos valores fueron menores en N (74%) y CaO (84%) y mayores en P2O5 (99%), y K2O (95%).
En cuanto a los análisis foliares, presentaron niveles más altos en hoja el T4 respecto al resto, en N (0,23%) y K+ (0,16), no existieron diferencias de valor en P y Mg y más bajos en Ca y Microelementos.
4- Conclusiones y Recomendaciones
No se observaron grandes diferencias y no se produjeron acumulaciones de sales en zonas radiculares en tratamientos con distintos volúmenes de riego. Las pequeñas diferencias aparecieron en favor de los menores volúmenes de agua aplicados, sobre todo y por este orden T3 y T2. Estos presentaron mayores eficiencias y aprovechamiento en el uso de los fertilizantes. Sin embargo, en los análisis de hoja aparecieron niveles más altos sobre todo de los nutrientes más importantes (N y K) en el tratamiento con más agua y fertilizante (T4).
Se concluye que es indispensable un aporte continuo de nutrientes equilibrados, suministrados al ritmo que los pueda absorber la planta, para evitar pérdidas. Recomendamos un siguiente estudio para conocer la concentración de sales a aplicar en cada momento del riego, teniendo en cuenta que con los riegos de precisión es más limitada la fertilización que con el riego tradicional.
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